martes, 17 de junio de 2008

Bolsillos llenos y góndolas vacías

Góndolas vacías

Horacio Cesarini

El gobierno debería tomar todas las medidas que la Constitución y las leyes establecen. Nadie debe cortar rutas ni elegir quien pasa y quien no pasa como si fuese la Aduana.

Estamos cansados de escuchar que la Argentina “no puede dejar pasar este momento” , o que “el mundo reclama alimentos y no los vendemos por los casi 100 días de conflicto” .

Desde los almuerzos de Mirta Legrand, una mesa bien puesta y mejor servida que no conoce el desabastecimiento, donde desde la anfitriona hasta los invitados opinan con poco disimulado gorilismo, hasta todos los programas seudo periodísticos de TN baten esas muletillas.

Los productores rurales argentinos saben que si la Argentina no responde debidamente a las demandas de granos que China, la India y Brasil requieren (para mencionar sólo tres de los más importantes destinos), se irán perdiendo mercados que otros países productores van a ocupar.

Pero los sublevados se cuidan muy bien de hacer sentir su protesta en el mercado local cortando rutas, desabasteciendo de alimentos e insumos, obligando a verter millones de litros de leche en las banquinas y dejando las góndolas vacías mientras tanto ellos engordan su bolsillos a pesar del lock out que hacen padecer a los argentinos.

Cuando dicen que no enviarán granos para la exportación es porque ya mandaron lo suficiente.

La información de la Aduana desmiente los dichos de las cuatro entidades rurales, verdaderos focos sediciosos y golpistas donde se cocinan, asesorados por especialistas franceses en el manejo de paros y huelgas, los pasos a seguir para enfrentar las medidas que legítimamente adoptó el gobierno.
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El suplemento Economía & Negocios del diario La Nación, del 15 de junio titula a toda página “La Argentina, un país sin números”.

Claro que ellos se refieren al INDEC o a los indicadores de la producción de energía o a las estadísticas en gobernaciones o municipios, pero de los números sobre exportaciones y ganancias del sector agro-exportador nada, “de eso no se habla”.

Las exportaciones, en millones de dólares, desde enero a mayo del 2008 subieron un 35% con relación al mismo período del pasado año.

Los números correspondientes al poroto de soja, arbusto que desencadenó la sublevación, dicen: en el 2007 se exportó por dólares 800 millones y este año, con lock-out incluido: 1364 millones de dólares.

Mienten frente a las cámaras. Mienten a los argentinos.

El gobierno debería tomar todas las medidas que la Constitución y las leyes establecen. Nadie corta rutas ni elige quien pasa y quien no pasa como si el piquete rural fuese una Aduana regional.

Nadie desabastece.

Nadie hace que la cadena de precios se transforme en una escalada de precios.

La Gendarmería debe permanecer en las rutas como garantía del libre tránsito de personas y bienes.

Debe ponerse en práctica la Ley de desabastecimiento promoviendo las acciones penales correspondientes contra quienes desabastecen y pasar a los gobiernos provinciales y municipales cualquier grano en silo o donde fuera para garantizar su exportación o venta en el mercado interno, según lo que corresponda.

El gobierno, ante la extorsión oligárquica debe declarar la emergencia social, económica, financiera, cambiaria, sanitaria, ocupacional y alimenticia.

Además se debe avanzar en el urgente tratamiento y aprobación del proyecto de ley presentado en comisiones por el diputado cordobés Fernando Cantero para crear el Ente nacional de promoción y control comercial agropecuario y agroalimentario que tendrá a su cargo:

a) Promoción de las buenas prácticas comerciales de las personas físicas o jurídicas que operan en el mercado agropecuario y agroalimentario;
b) Sanción de las prácticas desleales, monopólicas y oligopólicas realizadas en producción, industrialización, distribución de alimentos;
c) Seguimiento y control de las exportaciones de productos y/o subproductos agroalimentarios:
d) Aplicación de mecanismos anti-dumping para productos y/o subproductos alimenticios que pudieran dañar el aparato productivo nacional.
e) Compra, venta, almacenamiento y distribución de productos agropecuarios y alimentos por sí o por terceros para estabilizar precios y garantizar la provisión de alimentos a la población argentina.
f) Implementación de promociones, estímulos, apoyos económicos y beneficios fiscales, para garantizar la seguridad alimenticia de la población, transparencia y competitividad en la cadena agroalimentaria y equidad en la distribución de la renta de la misma.
g) Coordinar el accionar de los organismos existentes o a crearse cuyos objetivos estuvieran incluidos en la presente norma.

Hay que despejar la ruta que nos conduzca hacia otro modelo de país para enterrar de una buena vez al sobreviviente neoliberalismo, que hasta hoy nos tiene de hijos.

Nac&Pop y Causa Popular, 15 – 06 – 08

La Quinta Pata

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