sábado, 14 de marzo de 2009

¿Adónde quedó la promesa de mejorar la calidad institucional?

Humberto Tumini

¿En la política se puede decir una cosa y hacer otra sin pagar ningún costo? Eso parecía creer la dirigencia de los partidos tradicionales – el PJ y la UCR – durante las décadas de los ochenta y los noventa. No es difícil recordar frases célebres al respecto: "Con la democracia se cura, se come y se educa", "La casa está en orden", "Tendremos salariazo y revolución productiva", "Síganme que no los voy a defraudar", "Dicen que soy aburrido (pero soy honesto)", "El que depositó dólares, cobrará dólares", etc. Sin embargo todas esas falacias y manipulaciones condujeron finalmente a la destrucción del sistema político, y peor aún a una enorme falta de confianza de la sociedad hacia el mismo, sus partidos y dirigentes.

Una gran tarea entonces para los gobiernos del kirchnerismo, si de verdad se quería hacer un país en serio, era reconstruir esa confianza. Es más, así lo dijo Cristina Kirchner en el discurso de lanzamiento de su candidatura presidencial el 22 de Julio del 2007: "No pretendo dar esta tarde dar una lección de derecho constitucional, pero simplemente quiero hablar de cuestiones que tienen que ver con la calidad institucional en serio de un país". Meses antes también el entonces presidente Néstor Kirchner se había expresado en forma similar al respecto: "Cristina le puede dar al país calidad institucional", dijo el 14 de marzo de ese año.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto del adelantamiento de las elecciones con aquellas promesas, y con el irrenunciable objetivo que debiera tener un gobierno progresista de reconstruir la credibilidad política en la Argentina? Absolutamente nada. Como cualquier compatriota puede observar es simplemente hacer lo mismo de siempre: manipular la realidad y el proceso electoral, forzando las leyes, para evitar –hasta donde se pueda – resultados adversos.

"Qué les pasa a los gobernadores de la oposición que adelantan las elecciones: tienen miedo de perder", dijo Kirchner apenas la semana pasada refiriéndose a Catamarca. “Sería suicida embarcar a la sociedad de acá hasta octubre en una discusión permanente de posicionamientos cuando el mundo se cae a pedazos y los pedazos nos pueden caer encima” expresó la Presidenta ayer; pasándose por alto que, entre otros ejemplos, en el 2003 hubo en este país, en medio de una tremenda crisis económica, elecciones presidenciales donde triunfo su esposo.

Una vez mas el gobierno abandona lo que fueron alguna vez sus objetivos principales, y defrauda así a quienes creyeron que los llevaría adelante. Cada vez más lejos las palabras y promesas de los hechos.

Humberto Tumini

Movimiento Libres del Sur, 14 – 03 – 09

La Quinta Pata

No hay comentarios :

Publicar un comentario