Eduardo Smaha Borzuk, represor a cargo de operaciones del D2 fue liberado el miércoles 12 por la tarde. Se encontraba detenido a disposición del juzgado federal Nº 1 a cargo de Walter Bento y procesado por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar, entre ellos, el asesinato de Paco Urondo. La excarcelación fue resuelta por la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza, fundados en la idea que no existe peligro de fuga y que su libertad no implica un obstáculo para el accionar de la justicia. Cabe destacar que los argumentos del tribunal son inconsistentes a la luz de los crímenes aberrantes por los cuales se acusa a Smaha Borzuk. Está claro que la clandestinidad con la cual se manejaron los operativos de secuestro, el ocultamiento de los cuerpos de miles de desaparecidos, la utilización de todo el poder del Estado para asesinar, torturar, desaparecer, robar y los 32 años sin justicia, son más que contundentes para considerar que su libertad no sólo implica la alteración de la paz social y merece el repudio más absoluto, sino que es una demostración de la inexistencia de justicia, lo cual es mucho más que un simple obstáculo de la misma. Por otra parte, debe tenerse en cuenta que los delitos de desaparición forzada que se le imputan a Smaha son delitos de carácter permanente, que se siguen cometiendo, por lo que Smaha Borzuk sigue delinquiendo sin cesar y hasta que aparezca el último cuerpo del último desaparecido de nuestra provincia. La resolución que le otorga la libertad a Smaha no sólo es infundada, sino que patentiza la necesidad de impulsar acciones para que este tipo de decisiones judiciales no vuelvan a repetirse y para que la consigna JUICIO Y CASTIGO a los responsables alguna vez deje de ser un reclamo y se convierta en realidad.
Redacción La Quinta Pata, 16 – 11 – 08
lunes, 17 de noviembre de 2008
Mendoza-Nov2008
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