lunes, 24 de noviembre de 2008

Presidente paquistaní designó ministros que apoyaron brutales prácticas contra mujeres

Presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari

Zofeen Ebrahim

Karachi. El presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, desató una tormenta política al designar como ministros a dos políticos conocidos por apoyar brutales prácticas tradicionales en perjuicio de las mujeres.

Activistas de derechos humanos creían que un gobierno surgido de las urnas ayudaría al país a emerger de su nunca abandonado sistema feudal.

Los críticos de Zardari han calificado como "un cachetazo a la decencia" el nombramiento como ministro del senador Israrullah Zehri, quien se ganó la atención de la prensa internacional por defender en el parlamento los "asesinatos por honor" como "parte de las costumbres" nacionales.

Los "asesinatos por honor" se cometen frecuentemente frente a supuestas violaciones de códigos morales, particularmente en casos de adulterio.

Las mujeres son las principales víctimas. La negativa a aceptar matrimonios arreglados o relacionarse con hombres que la familia no aprueba también puede costarles la vida. Se ignora cuántos "asesinatos por honor" se cometen cada año.

El otro político designado como ministro es Hazir Khan Bijarani, arrestado en 2006, por decisión de la Corte Suprema de Justicia, debido a que participó en una "jirga", asambleas tribales de carácter religioso prohibidas desde 2004.

Esa jirga, presidida por el propio Bijarani, entregó en matrimonio a cinco niñas, de entre dos y cinco años de edad, como compensación para la familia de un hombre que había sido asesinado. Se trata de las denominados "vanni", bodas arregladas para poner fin a "disputas de sangre".

La acusación fue dejada de lado y Bijarani será ahora ministro de Educación.

En una carta a Zardari, el Foro de Acción por la Mujer señaló que ambos nombramientos eran "horribles y escandalosos", y demandó que Zehri y Bijarani fueran desplazados del gabinete en forma inmediata.
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La misiva del Foro remarca que defender los "asesinatos por honor" constituye "un flagrante e impune desprecio de la ley paquistaní, para la cual estos horrendos crímenes son asesinato premeditado" y deben ser castigados severamente.

El activista por la paz Pervez Hoodbhoy dijo que los nombramientos "refuerzan el sentimiento generalizado de que Pakistán aún está a años luz de la participación del pueblo en el gobierno, y que lo que hoy llamamos democracia no es más que un sistema de patronazgo".

El ex senador Syed Iqbal Haider advirtió que la decisión del presidente "afectará negativamente" al gobernante Partido del Pueblo de Pakistán (PPP) y que representa una grosera falta de respeto a su ex líder Benazir Bhutto, dos veces primera ministra (1988-1990, 1993-1996), asesinada el 27 de diciembre pasado.

La apreciación es aun más grave si se toma en cuenta de que Zardari es el viudo de Benazir Bhutto.

"La opinión pública parece no importar a la elite gobernante" y sólo se ganará el desprestigio con estas decisiones, agregó.

El analista político Adil Najam señaló que los nombramientos no son sólo moralmente incorrectos, sino también un "error político".

Zardari, agregó, debería dar marcha atrás con sus designaciones para demostrar que es, realmente, "una persona diferente, no otro señor feudal cuya sensibilidad ha sido atenuada por sus años en la jungla".

A su juicio, "al ignorar el clamor popular como si no existiera está enviando el mensaje de que no le importa".

"El nombramiento de Zehri asegura que usará su posición para proteger a los asesinos", afirmó A. H. Nayyar, respetado académico y activista por la paz.

Nayyar hizo referencia a la aprobación dada por Zehri al asesinato de cinco mujeres en agosto, enterradas vivas por oponerse a los matrimonios arreglados de tres de ellas, adolescentes, decidido por líderes tribales en la provincia de Belochistán.

Es un hecho aceptado que la cultura feudal de Pakistán es la que permite la persecución de las mujeres y un escenario político dominado por personas reclutadas entre la clase feudal.

Lo que resulta más desalentador para los activistas por los derechos humanos es el silencio de los legisladores frente a los nombramientos.

"Este tema era tabú cuando yo estaba en el Senado", recordó Haider. Cuando intentó en 1999 que se aprobara una resolución de condena a los "asesinatos por honor" se le indicó de forma insistente y firme que retirara el proyecto.

Su iniciativa fue en respuesta al asesinato a sangre fría de la joven Saima Sarwar, de 29 años, en la oficina del abogado que tramitaba su divorcio. La mataron sus propios padres.

"Cuando no me doblegué ante las presiones, no dejaban de postergar el debate. Al someter finalmente el proyecto a votación muchos senadores se retiraron del recinto y otros directamente no ingresaron", dijo Haider.

Al presentar el proyecto, que caracterizaba a los "asesinatos por honor" como crímenes brutales que debían ser castigados – la impunidad de los culpables es una tradición – obtuvo el apoyo de 30 senadores. A la hora de votar, apenas cuatro lo acompañaron.

"Zardari nos está extorsionando. Argumenta que no se deben cuestionar los nombramientos porque la alternativa es un gobierno militar. La estrategia está funcionando, pero finalmente alguien tendrá que ceder", señaló Hoodbhoy.

"Estoy escandalizada por estas designaciones. Pero mucho más grave es el silencio de nuestras legisladoras", afirmó Samar Minallah, antropóloga que ha estado al frente del movimiento para suprimir la práctica del "vani".

"Personas como Zehri y Bijarani comparten un forma de pensar que les llevará siglos cambiar. Lo que no entiendo es el silencio de las mujeres que ocupan bancas en el parlamento. Están avalando los nombramientos con su silencio", agregó.

Minallah considera que las designaciones de estos ministros son "la peor forma de perpetuar la violencia contra las mujeres a nivel del Estado".

Najam considera que ese silencio es "descorazonador" y cree que "es una actitud que responde a un total estado de abatimiento o la aceptación de los puntos de vista que abrazan estos ministros".

"Espero que se trate de lo primero, porque de lo contrario sería una trágica carga para todos nosotros como sociedad", se lamentó.

El Informe sobre Brecha de Género 2008, elaborado por el empresarial Foro Económico Mundial que realiza sus sesiones anuales en el centro turístico suizo de Davos, fustigó el bajo estatus social y económico de las mujeres paquistaníes. El país aparece en el puesto 127 entre las 130 naciones analizadas.

El Foro de Acción por la Mujer ha pedido a Zardari que rinda cuentas por las promesas electorales del PPP, que incluían medidas "institucionales para prevenir los crímenes contra las mujeres en nombre del tribalismo, como los 'asesinatos por honor' y los matrimonios forzados".

IPS, 23 – 11 – 08

La Quinta Pata

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