sábado, 15 de noviembre de 2008

Teatro comunitario en la recuperada Cerámica Cuyo

Teatro comunitario en la recuperada Cerámica Cuyo

Verónica Gordillo

Mendoza. Será este domingo en Cerámica Cuyo, ubicada en Bermejo, Guaymallén. Un grupo de artistas, bajo la dirección de Ernesto Suárez, Dardo Boggia y Pablo Flores contarán la historia de los obreros que lucharon por defender su fuente de trabajo y que hoy siguen produciendo gracias a la formación de una cooperativa. El testimonio de los protagonistas.

La fábrica ubicada en Bermejo fue el lugar donde los treinta y seis obreros de Cerámica Cuyo iniciaron a fines de los noventa su lucha por conservar su fuente laboral. El domingo, ese mismo patio de tierra y el inmenso galpón serán el escenario de la obra de teatro comunitario Ladrillos de Coraje, que cuenta la historia de estos trabajadores que resistieron el cierre del lugar y que hoy siguen produciendo gracias a la formación de una cooperativa.

Actores, vecinos de la fábrica, estudiantes de cine y video, murgueros y músicos recrearán el camino que iniciaron los obreros hace nueve años, bajo la dirección de Ernesto Suárez, Pablo Flores y Dardo Boggia.

La obra, que cuenta con el apoyo de la Secretaría de Cultura de la Nación, se estrenará el domingo a las 18.45 en el Carril Mathus Hoyos 1972, Bermejo, Guaymallén, con entrada libre y gratuita, aunque al final se pasará la gorra.

La apuesta se repetirá el 23 y el 30, a la misma hora y lugar.

Proceso creativo.
Suárez y Flores conocieron la historia de los obreros cuando aceptaron realizar una obra para el Día del Niño en la fábrica, en agosto del año pasado.
Desde ese momento, comenzaron a gestar la idea de contar la lucha de los trabajadores.

En marzo comenzaron a darle forma al proyecto. Los cuarenta y cinco integrantes del elenco se reunieron en muchas oportunidades con los obreros, quienes les explicaron su lucha desde el día que se dieron cuenta de que querían vaciar la empresa en la que trabajaban desde hacía años.
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Una vez que el elenco escuchó la historia de boca de sus protagonistas, comenzó a hacer improvisaciones y luego le dio forma a la obra de teatro.

A los testimonios de los protagonistas, el elenco sumó información sobre la política económica de los ‘90, la situación social y el vaciamiento de las fábricas, un fenómeno que se repitió en todas las provincias.

Suárez comentó que su intención inicial fue que la fábrica fuera la protagonista de la obra, y es así como está estructurada la puesta, porque entiende que es la razón de ser de la lucha de los trabajadores. Los espectadores se colocarán frente al portón de entrada, desde donde se desplazarán al patio, por las pilas de ladrillos y entre las máquinas, para que puedan vivir con intensidad la historia y en el mismo lugar donde se desarrollaron los hechos.

El trabajo de los actores se conjugará con los testimonios de los obreros, los que se proyectarán en una pantalla gigante, ubicada en el galpón de la fábrica.

Suárez comentó que la apuesta tiene todos los condimentos del teatro popular, con canciones, bailes, textos leídos, reflexiones y testimonios.

Para Dardo Boggia, el sólo hecho de escuchar la historia de boca de los protagonistas será un mensaje por sí solo y una semilla que espera prenda en todos los espectadores que asistan a disfrutar de la obra.

Seguir luchando.
El afiche del espectáculo muestra a un grupo de obreros corriendo, porque es justamente así como se los imaginó Suárez, siguiendo adelante a pesar de las dificultades, que aún hoy son muchas.

El presidente de la Cooperativa de Trabajo Cerámica Cuyo, Martín Gauna, explicó que fue emocionante revivir todo el proceso por el que pasaron para evitar el cierre de la fábrica, pero aseguró que no se animó a actuar, no sólo por su inexperiencia en la materia, sino además porque sabía que lo vencería la emoción.

Gauna explicó que la lucha por defender la fábrica fue difícil, tanto que en el camino se suicidó uno de sus compañeros, y a otro le dio un ataque al corazón, porque no pudo superar la presión y los problemas a los que se enfrentaban a diario.

Los obreros participan en la apuesta teatral a través de sus testimonios y los de los familiares de algunos de los 36 trabajadores que forman parte de la cooperativa.

Gauna asegura que recorrieron un largo camino, pero reconoce que todavía falta mucho. Hoy producen a 60 por ciento de la capacidad de la empresa, es decir, unos 9.000 ladrillos por día, cuando antes del cierre nunca bajaban de los 14.000.

En marcha
En agosto del ‘99 los empleados de Cerámica Cuyo se quedaron en la calle cuando la empresa se presentó en convocatoria de acreedores. Después de semanas de angustiosa espera en su casa, un grupo de obreros decidió recuperar la fábrica y formar una cooperativa. Una vez que se organizó, el grupo presentó ante el juez que llevaba el caso de la quiebra un proyecto de explotación que incluía el pago a los acreedores.

Después de mucho batallar, de dormir durante semanas en la empresa para que no vendieran las máquinas, lograron producir nuevamente con un pequeño crédito que les dio el Gobierno provincial.

La ayuda financiera les permitió volver a producir y, ni bien tuvieron algún dinero en sus manos, comenzaron por pagar algunas deudas ineludibles, como el gas y la luz, ya que sin esos servicios sería imposible seguir adelante.

La posibilidad de quedarse en la fábrica produciendo se hizo posible gracias a una ley de expropiación que aprobó la Legislatura y que les dio por un tiempo la tranquilidad de que nadie los sacaría de la fábrica. Pero los obreros saben que todavía falta mucho camino por recorrer.

Esta historia de coraje será la que este domingo contarán actores, estudiantes, músicos y murgueros, quienes homenajearán a estos hombres que lucharon por su fábrica.

El Sol, 15 – 11 – 08

La Quinta Pata

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