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Matheus Otterloo
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(Traducción: Ulisses Pasmadjiam y Diego Oscar Ramos)
Del 27 de enero al 1 de febrero de 2009 se llevará a cabo en Belém, capital del Estado de Pará, Brasil, la novena edición del Foro Social Mundial, que nació en Porto Alegre. La decisión de realizar el encuentro en Belém (Brasil) refleja el valor estratégico de la Amazonia para el futuro de la humanidad.
El Estado brasileño de Pará recibirá el IX Foro Social Mundial (FSM) en nombre de todos los países que pertenecen a la Amazonia. La ciudad de Belém fue elegida como sede por el Consejo Internacional del FSM luego de realizarse la VIII edición del encuentro, en Nairobi, Kenia. Para ello, fueron determinantes las consultas a las organizaciones de la sociedad civil de la Amazonia brasileña y la decisión de poner énfasis en la región pan-amazónica, al comprender su valor estratégico en lo que respecta a la preservación de la biodiversidad.
El área pan-amazónica engloba a Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, la Guyana Francesa , Perú, la República Federativa de Guyana, Surinam y Venezuela. En su territorio se encuentra la selva tropical con mayor biodiversidad del mundo y es considerada esencial en la dinámica internacional de preservación del planeta.
El FSM 2009 se realiza en el contexto de una crisis mundial que tiene varias facetas, ya sean energéticas y ambientales, o bien económicas, culturales y políticas.
Aparentemente, el colapso anunciado viene a confirmar las innumerables denuncias y reivindicaciones –elaboradas a lo largo de los ocho encuentros globales del FSM y, en sus intervalos, en muchos otros lugares del mundo– que fueron desatendidas: si la humanidad sigue así, la vida en el planeta Tierra será imposible. Por eso, y con mayor fuerza que en cualquier otro momento, estamos siendo llamados a luchar por un mundo diferente. Más que nunca, es el momento de un cambio de rumbo.
Diálogo con el mundoLos pueblos de la selva pan-amazónica, articulados en cientos de organizaciones de la sociedad civil –tales como foros, asociaciones, sindicatos, consejos, etnias–, aceptaron conscientemente la invitación y el desafío de recibir este evento mundial.
Leer todo el artículoConsideran que esta opción pone en evidencia no sólo el reconocimiento de la importancia vital de los recursos naturales aún existentes en esa parte del planeta –duramente amenazados, por otra parte–, sino también la posibilidad de valorar y potenciar la gran capacidad de movilización social, la resistencia secular a la dominación, a la explotación y a la destrucción de sus recursos naturales, a sus culturas y su calidad de vida. También significa una oportunidad de hacer más visibles las alternativas para una vida de mayor calidad, ya existentes en la selva, así como las propuestas para otro modo de vida: una buena vida, para todos y todas.
Desde el momento en que la decisión fue tomada y aceptada por el conjunto de las organizaciones de la Amazonia directamente involucradas, estas dejaron en claro que no deseaban solamente ofrecer la tierra y el contexto de la Amazonia para el mundo y el resto de Brasil. Quieren propiciar una oportunidad inédita de encuentro de gente de todas las regiones de la Pan-amazonia, para intercambiar sus vivencias y luchas y establecer una dinámica permanente de construcción y realización de propuestas en defensa de la vida, que superen las limitaciones temporales del propio evento.
Por otra parte –aunque no menos importante–, las organizaciones amazónicas pretenden establecer un diálogo real entre la Amazonia y el mundo y viceversa, algo que actualmente no siempre es posible.
La experiencia histórica de los pueblos de la Amazonia, hasta hoy, es que los rumbos de su vida y su tierra se deciden desde afuera hacia adentro, mientras la democracia es usada como un proceso de participación aparente, al viabilizar los intereses de quienes no viven o habitan en la región. En este evento se desea que los pueblos de la Amazonia hablen, y sean escuchados y tomados en cuenta para la construcción permanente del diálogo y las alternativas sustentables para garantizar sus derechos.
Más allá de la puesta en marcha y de la profundización de estas dinámicas, es importante destacar un tercer elemento que caracteriza a este FSM y representa una aspiración de aquellos y aquellas que están involucrados en este proceso de construcción de un mundo diferente: escuchar a los pueblos originarios del mundo, por siglos oprimidos, explotados y marginados. Aprender de su experiencia y valorar su presencia se convirtió en una dimensión prioritaria del encuentro, que se evidencia desde el propio logo del FSM 2009 Amazonia, resultado de una investigación sobre los símbolos culturales de diferentes pueblos originarios del mundo.
Es por esa razón que la programación destacará la construcción de espacios específicos para encuentros y discusiones de los pueblos indígenas y afro-descendientes, además de brindar visibilidad, desde su apertura, a culturas africanas e indígenas, indicando la transición del VIII (Kenia) al IX Foro (Pan-amazónico).
Diálogo Pan-Amazónico
La construcción del diálogo pan-amazónico se revitaliza con la realización de cinco encuentros transfronterizos entre los países que limitan con la Amazonia brasileña, todos ellos caracterizados por una fuerte presencia indígena.
El objetivo es profundizar las cuestiones centrales de su región. El primer encuentro ya se realizó en Oiapoque (Amapá) y contó con la presencia de representantes de Brasil, Surinam, República Federativa de Guyana y Guyana Francesa, quienes debatieron el tema de las migraciones humanas.
El tema de la reunión en Guajará-Mirim (Rondonia) entre Brasil, Bolivia y Perú será la matriz energética. En Río Branco (Acre), Brasil y Bolivia debatirán acerca de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA). En Boa Vista (Roraima), Brasil y Venezuela abordarán la temática de la tierra y el territorio. Y, por último, en Benjamim Constant (Amazonas), Brasil y Colombia tratarán la cuestión de la militarización. Los resultados de estos encuentros llegarán al FSM a través de caravanas fluviales y terrestres.
Por otra parte, en Belém, el segundo día del evento también estará dedicado al diálogo pan-amazónico bajo el lema “500 años de resistencia, conquistas y perspectivas afro-indígenas y populares”.
Tanto las discusiones en curso en los encuentros transfronterizos como las 2.400 actividades inscriptas alimentan la esperanza de que el espacio ofrecido por el FSM satisfará las expectativas en términos de denuncias y contribuciones efectivas para el deseado cambio de rumbo. Es evidente también la coincidencia entre todos los objetivos anotados por el conjunto de personas y organizaciones del evento, en particular la reivindicación de “la defensa de la naturaleza (Amazonia y otros ecosistemas) como fuente de vida para el planeta Tierra y los pueblos originarios del mundo (indígenas, afro-descendientes, tribus y pueblos ribereños) que exigen sus territorios, lenguas, culturas, identidades, justicia ambiental, espiritualidad y un buen vivir”.
Este punto es particularmente novedoso en relación a los foros anteriores, porque se refiere de modo especial a la región pan-amazónica. La inscripción de actividades autogestionadas en el foro demuestra asimismo una riquísima variedad de experiencias innovadoras –tanto desde el punto de vista económico y social, como político, cultural y ambiental– que ya están en marcha. Surgen en los diferentes talleres, charlas, mesas de diálogo y discusiones, las propuestas de los pueblos indígenas vinculadas a los Estados plurinacionales; el esfuerzo de la sociedad civil para recrear los instrumentos internacionales de regulación; los nuevos conceptos de tierra, territorio e identidad, que buscan una cartografía distinta para la Amazonia; el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, además de la valoración de la expresión de los pueblos originarios, inserta en un marco de numerosas actividades culturales. Una enorme riqueza, que refuerza la convicción de que existe en el mundo una fuerte voluntad de innovar a partir de las experiencias ya acumuladas del “Buen Vivir”.
Existe la certeza de que, a partir de este diálogo, las 3.740 organizaciones ya inscriptas, provenientes de todas partes del mundo, y los 60 mil participantes registrados hasta ahora (1), señalarán las posibilidades existentes ante el caos de la crisis económica, social, cultural y ambiental, para construir así un mundo –y también una Amazonia– libre de las cadenas de la dominación, la injusticia y las aberrantes desigualdades.
(Este artículo fue escrito a fines de diciembre de 2008.)
*Educador del Programa Amazonia de la Federación de Órganos para la Asistencia Social y Educacional (FASE), a través de la que preside el Comité Gestor del Fondo Dema, e integrante del Grupo Facilitador local FSM 2009, en el que representa al Foro de la Amazonia Oriental (FAOR).
Le Monde Diplomatique, ed. Brasil, 30 – 01 – 09
La Quinta Pata
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