Eduardo Luis Ayassa
Lo afirmó el abogado puntano José Samper en el juicio por la desaparición de una estudiante durante la dictadura. El Tribunal desestimó un careo y pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles. El juicio por la desaparición de Graciela Fiochetti conmueve a San Luis.
El abogado de San Luis, José Samper, que se desempeñó en su provincia como concejal, diputado y fiscal de Estado, sorprendió a todos cuando declaró haber visto -a fines de setiembre de 1976- al por entonces secretario del Juzgado Federal, Carlos Pereyra González, "compungido y dolorido".
Al profundizar su comentario el abogado puntano recordó que el actual camarista le había relatado que "había presenciado un espectáculo que no quería verlo nunca más en su vida". Remarcó ante una sala en silencio: "Pereyra González me dijo que vio a Graciela Fiochetti viva y torturada. Estaba Becerra con ella, aunque el comisario le comentó que le iba a dar la libertad".
Su relación con los hechos comenzó el 21 de setiembre de 1976 cuando se enteró de los sucesos de La Toma. "Familiares de Graciela Fiochetti solicitaron mis servicios", pero yo no estaba en la ciudad, argumentó ahora. Agregó: "Por las causas penales, civiles y de presos políticos que manejaba visitaba el Juzgado Federal en forma permanentemente y había entablado relación con Allende y Pereyra González".
Después de acusar directamente al camarista, Samper agregó: "Pereyra González me dijo que no sabía qué hacer. Yo le respondí que tenía dos opciones: hacer un informe como establece el procedimiento penal o renunciar al cargo. Fueron cosas muy graves. Después me enteré de que a esas personas las mataron en las salinas", concluyó.
Las defensas tomaron la posta y pidieron en ese momento un careo entre Samper y Pereyra González, instancia que el Tribunal no aceptó.
El integrante de la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza, Carlos Pereyra González, ya se había presentado ante el Tribunal Oral y estuvo sentado en la silla de los testigos.
Explicó su tarea, como secretario del Juzgado Federal, en la década del 70, oportunidad en que reconoció que, como "secretario, recibió varios hábeas corpus" y que se le dio el trámite que corresponde, pero con relación a los hechos investigados sostuvo que el "caso de Fiochetti y el hallazgo de Salinas lo conoció en 1986 (10 años después), cuando tomó contacto con una carta que Hugo Velázquez envió al juez mendocino González Macías (quien investigó esta causa) en la que relataba cómo había sido secuestrada la joven y torturada en su presencia".
Entre lágrimas concluyó: "Esas acusaciones fueron una canallada de la que fui objeto".
Sin feria
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