Alfredo Saavedra
(desde Canadá)En una grosera violación de derechos humanos, un soldado israelí disparó su fusil M-16 contra una familia en la localidad de Abed Rabbo, franja de Gaza, Palestina, dando muerte a dos niñas de 7 y 4 años y dejando herida a otra de 2, junto con la abuela de las chiquillas que también recibió varios balazos, informa en reportaje de ayer el corresponsal del matutino Toronto Star, Oakland Ross.
La familia había sido conminada a dejar su vivienda por un comando del ejército israelí que se desplazaba en varios tanques y que por medio de un altavoz avisó que se aprestaban a bombardear los edificios habitacionales del área. En esas condiciones una familia que obedecía la orden iba a buscar refugio, guiada por Hossam Abed, tío de las niñas, cuando un soldado que iba sobre uno de los tanques saltó y disparó el arma con los resultados descritos, que en el reportaje se califica como una ejecución.
El corresponsal recibió el testimonio directo de esa acción de barbarie de parte de Hossam, quien dijo que como pudo arrastró a las niñas y a la abuela hacia uno de los edificios para esperar una ambulancia que nunca llegó. Tras esperar por dos horas y media, auxiliado por otros vecinos, Hossam tuvo que arrastrar a sus muertos y heridos por dos kilómetros para encontrar auxilio.
Los soldados israelíes exigieron a otros habitantes que salieran de inmediato bajo prevención de que dispararían desde sus tanques sobre los edificios, lo cual hicieron sin contemplaciones destruyendo el complejo habitacional que dice el corresponsal daba hogar a unas 7 mil personas, y que ahora no es más que un gigantesco promontorio de concreto y árboles arrancados de cuajo por el bombardeo.
Coincidió ese reportaje con un vídeo mostrado el sábado por el canal de televisión Al Jazzera, en el que se exhibió otro complejo habitacional adjunto al campo para refugiados Jebaliya, localizado al sur de la ciudad de Gaza, que de igual forma fue bombardeado matando a varias familias con numerosos niños. En una de esas casas solo sobrevivió una niña de 12 años, de una familia de 7, compuesta por los padres y 5 niños. La pequeña sobreviviente quedó ilesa entre los escombros de su casa, cuyos destrozos enseñó a los reporteros en un dramático relato durante el que con incontenible llanto dijo que lo único recuperable de su casa era un uniforme escolar.
Se estima que la mitad de los 1,200 palestinos muertos durante la guerra de 20 días fueron niños, todos de una mayoría de población civil, en suceso que ha causado indignación en todo el mundo.
Redacción La Quinta Pata, 27 – 01 – 09
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