Pedro de la Hoz
Cuando se libró por primera vez la convocatoria a este concurso, su nombre se ajustaba a la realidad: las buenas y nobles ideas no estaban en boca de todos, sobrepasadas por el verbo triunfalista y neutralizador de la hegemonía unipolar que el imperio trató de imponer tras la caída del campo socialista. De modo que Pensar a Contracorriente era una apertura alternativa y una urgencia de combate.
Al darse a conocer ayer, en medio de la XVIII Feria Internacional del Libro Cuba 2009, los resultados de la sexta edición del certamen, sigue latente la misma urgencia, pero al mismo tiempo se hace evidente cómo el pensamiento crítico, revolucionario y orientado hacia la construcción de un nuevo mundo posible e imprescindible, se refleja, al menos en una parte de América Latina y el Caribe, como espejo y anticipación de radicales transformaciones emancipatorias.
Ese nuevo sesgo de la vinculación entre producción intelectual y proyectos de liberación puestos en marcha, fue subrayado tanto por Iroel Sánchez, presidente del Instituto Cubano del Libro, organismo que junto a la editorial Ciencias Sociales auspicia el concurso, como por Zuleica Romay, escritora cubana que alcanzó el segundo premio con su ensayo Otra vez los caballos de Troya: exploraciones sociales para la dominación. Uno y otra recordaron los continuados logros del proceso bolivariano en Venezuela, la nueva Constitución que se ha dado el pueblo boliviano, la gestión del Gobierno ecuatoriano encabezado por Rafael Correa, la recuperación del poder por el sandinismo en Nicaragua, y el papel que desempeñan Brasil y Argentina en la configuración de un inédito mapa político en la región.
El primer premio del concurso internacional de ensayo Pensar a Contracorriente 2009 recayó en El centro comercial como figura paradigmática del discurso neocolonial, de Luis Martínez Andrade (México-Francia), y el tercero en África y la historia, del argentino Luis César Bou.
Hubo una mención de honor para Rafael Hernández, director de la revista Temas, por Revolución, reforma y otros contrapunteos cubanos, en virtud de ofrecer, según el jurado, "una evaluación crítica y equilibrada de algunos de los problemas actuales de Cuba, particularmente necesaria en un momento en que la Revolución cumple 50 años y busca fortalecer sus caminos de futuro": y menciones para La primera gran derrota del proyecto imperial de los EE.UU., de Antonio Maira (España); La admninistración Bush y la historia reciente de EE.UU, de Carlos Alzugaray (Cuba); Imperialismo neoliberal: imagen de una muerte anunciada, de Ernesto Vilches (Cuba); Movimientos antisistémicos y gobiernos populares en América Latina, de Gilberto Valdés Gutiérrez (Cuba); América Latina en la primera década del siglo XXI, de Lázaro Luis González (Cuba); y Agricultores del mundo, ¡uníos!, de Vicent Boix (España).
En esta oportunidad el jurado, que evaluó 67 trabajos, estuvo presidido por el teólogo y escritor brasileño Frei Betto e integrado por el español Santiago Alba Rico, el argentino Adolfo Columbres, el chileno Marcos Roitman y el cubano Osvaldo Martínez.
Durante el acto de premiación el ganador de la quinta convocatoria, el economista cubano Faustino Covarrubias, presentó el volumen contentivo de los trabajos distinguidos el año pasado.
Granma, 16 – 02 – 09
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