domingo, 8 de febrero de 2009

Signos de intolerancia y aún de violencia en la vida política argentina

Emilio Marín

Un hilo conductor parece unir hechos tan diversos como la patoteada de los sojeros santafecinos a un diputado kirchnerista y la agresión de gente ligada a UTA contra delegados del Subte en Capital. ¿Qué está pasando?

La política doméstica ya estaba afectada de varios tumores, con denuncias que la sacudieron especialmente a partir de 2001, pero ahora empieza a estar cruzada por una onda de violencia. De no frenarse esta tendencia, el poco prestigio recuperado desde 2003 se irá por la cloaca.

Merece análisis la agresión sufrida por el jefe de la bancada oficialista en Diputados, Agustín Rossi, a quien los ruralistas de Santa Fe esperaron dos horas a la salida de una reunión en Laguna Paiva para agredirlo con huevazos, golpes, etc.

Aunque la dirigencia ruralista puso cara de compungida respecto a ese hecho repudiable, lo cierto es que desde la votación en Diputados a favor de la resolución 125, la Sociedad Rural de esa provincia declaró personas no gratas a Rossi, Jorge Obeid y otros legisladores.

La Federación Agraria y otras entidades de la Mesa de Enlace, siempre listas para victimizarse de cuanta medida adopte o deje de adoptar el gobierno nacional, tuvieron una conducta dual. En los papeles se deslindaron de lo sucedido en Laguna Paiva, pero en simultáneo deslizaron que Rossi estaba cosechando de su propia siembra de supuestas "agresiones al campo".

Por eso el legislador le reprochó a Eduardo Buzzi que volvía a emplear el razonamiento de la época de la dictadura: "por algo será". Así se justificaba la desaparición de personas y el asesinato de los opositores.

Buzzi, Mario Llambías (CRA) y el energúmeno de Gualeguaychú, responsables en última instancia de ese clima de agresión, hicieron la gran Poncio Pilatos. Pero todos, incluso el comunicado de Federación Agraria, dejaron margen para esa crítica del agredido.

No fueron los únicos. Mariano Grondona, escribió en "Gaceta Ganadera": "Rossi estaba a punto de distribuir como dádiva una parte mínima de lo que el kirchnerismo le está sacando al campo bajo las más diversas formas. Y esto es lo que más indignó a los atacantes, según sus propias declaraciones: que el kirchnerismo finge estar ayudando al campo cuando, en realidad, lo aborrece". El ex asesor de la Fuerza Aérea durante la dictadura dirá que esas palabras no justifican nada pero este cronista tiene derecho a pensar distinto.

El día que los violentos actuaban en Laguna Paiva, ellos mismos comenzaban a cobrar los subsidios nacionales anunciados por la presidenta como parte del paquete donde se decretó la emergencia agropecuaria en los distritos afectados por la sequía.
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Pero a los sojeros nada les viene bien. La Federación conducida por Buzzi anunció un nuevo plan de lucha consistente en una semana de no comercialización de granos, con presencia de productores al costado de las rutas. Supuestamente éstos no cortarán el tránsito pero en otras oportunidades dijeron lo mismo y las rutas fueron seccionadas a voluntad. La iniciativa será propuesta a la Mesa de Enlace este jueves por lo que tiene visos de convertirse en otro lock out a nivel nacional. Esto sería muchísimo más grave que los huevazos sobre Rossi y los golpes sobre su vehículo, pero todo tiene que ver con todo, como diría Pancho Ibáñez.

"Buenos muchachos"
En algún momento los directores de cine argentinos se darán cuenta del filón que podría significarles la explotación de la veta "sindical" para sus guiones. "Buenos Muchachos" y los gangsters norteamericanos tendrían su saga con nuestros actores haciendo de Oscar Lescano, Armando Cavalieri y Luis Barrionuevo.

Aunque es menos conocido que los citados, el pope de la UTA, Roberto Fernández – reemplazó hace pocos años a Juan Manuel Palacios, supuestamente dedicado a la producción agropecuaria – tiene méritos para algunos papeles en aquella cinematografía.

Lo que hicieron los matones aparentemente ligados a UTA, agrediendo a trabajadores del Subte que estaban con una urna recibiendo los votos de los trabajadores para saber si querían formar un nuevo sindicato democrático, fue digno de aquellas películas. Sucede que en Argentina son parte de la realidad.

Fernández dirá que lo suyo fue cosa de niños comparado con los sucesos de meses atrás en ATILRA de Rosario, donde hubo un muerto, y con los enfrentamientos que provocaron otra víctima en La Pampa, en noviembre pasado.

Esta vez "apenas" hubo heridos y lesionados, y uno de los delegados con fractura del brazo. Lo notable es que todo se produjo a la vista de mucha gente, con diputados presentes, dirigentes de Madres de Plaza de Mayo, medios de comunicación, etc. ¿Qué hubiera pasado si el plebiscito se hubiera hecho en en Liniers o San Justo, con alguna penumbra?

Atacar con palos y cuchillos a afiliados de su propio gremio, al menos hasta ahora lo son, supone una conducta delictiva. La figura se agrava si se tiene en cuenta los razonamientos de Fernández, por llamarlos de alguna manera, a posteriori de los incidentes. El comunicado de prensa del gremio y las declaraciones del secretario general a los medios, reflotaron un anticomunismo visceral que quizás haya pasado de moda incluso en los Estados Unidos, la cuna de esos discursos maccartistas.

Lo sucedido en la estación Congreso de Tucumán es una luz de alarma que conviene registrar. Es que en 2009, al calor de la crisis económica y social, importada de Wall Street pero con raíces telúricas, habrá una mayor actividad de los afiliados de los distintos gremios en defensa de sus condiciones de trabajo. Si las conducciones de esas entidades se oponen a esas demandas, habrá un creciente conflicto entre dirigentes y bases porque estas querrán reafirmar la democracia sindical. Es de desear que no haya más material para las películas sobre los Jimmy Hoffa locales.

Otro tipo de violencia
Recorriendo las coberturas de los medios de comunicación opositores al gobierno nacional surge que el principal problema argentino sería la inseguridad, y el segundo el cese del contrato de Nelson Castro en Radio del Plata.

Los editoriales, verbigracia en "La Nación", han puesto la inseguridad como el tema número uno de la agenda. No es por subestimarlo, pero no parece congruente esa ubicación en un momento donde se cree que en el mundo habrá este año 51 millones de desocupados más. ¿Cuántos serán argentinos? Un cacho de lógica permitiría conjeturar que si la encuesta del vocero de la Sociedad Rural y la Bolsa de Comercio se hubiera hecho en un ámbito más allá de esos recintos y de vecinos de barrios cerrados, tendría que haber reflejado el sentido común. La desocupación, del temor a perder el empleo, la recesión, etc., están al tope de los miedos argentinos de este momento, aún cuando los medios machaquen con los menores de la banda de Chuky y el caso del empresario Bergara secuestrado por una banda de poliladrones.

En relación a lo sucedido con Castro, luego que Radio del Plata fuera adquirido por Electroingeniería, resulta cuestionable que se le haya rescindido el contrato. Y es verosímil lo denunciado por el periodista, de que la empresa lo sacó del aire molesta con sus comentarios sobre investigaciones judiciales, no comprobadas, sobre sobreprecios en obras patagónicas.

Pero de allí a aceptar que la SIP presente el caso como una gravísima violación a la libertad de prensa argentina, media un largo trecho. La entidad está presidida por Enrique Santos, de "El Tiempo" de Bogotá, propiedad de la familia del vicepresidente de ese país. El gobierno de Alvaro Uribe sí que es responsable de prisiones y torturas de muchos periodistas.

El bufón Raúl Castells ofreció a Castro trabajar en los medios de su movimiento de jubilados y desocupados con un sueldo de maestro. La iniciativa cayó simpática al afectado. Pero no hará falta: el multimedios Clarín lo tiene firme en "El Juego Limpio", donde debe percibir algo más que un haber docente. Su programa de esta semana fue un muestrario de parcialidad, pues reporteó exclusivamente a Felipe Solá, Mario Llambías y otros elementos de la oposición.

No hay que ser hipócritas. Está mal que cesara el programa "Puntos de vista". Pero, ¿por qué la SIP, Adepa y demás academias no dijeron ni mu cuando La Voz del Interior despidió a su columnista Enrique Lacolla por una nota cuestionando el lock out sojero?

Si fuera cierto que Castro fue raleado por Kirchner, sería lamentable. Pero no más que los miles de cesantes en Iveco, Gestamp, Renault, General Motors y otras empresas. Los telegramas de esos despidos fueron firmados por grandes empresarios, algunos de los cuales son entrevistados amablemente en "El juego limpio", o que publicitan en "Todo Noticias".

Ese fenómeno de desocupación, que el gobierno no va a resolver pese a las exhortaciones de Kirchner a los empresarios de que no echen a nadie, es la otra violencia que algunos no quieren ver. Uno de sus responsables del fenómeno es Carlos Menem, que compareció pero no declaró en el juicio por la exportación ilegal de armas. El riojano tiene mandato hasta diciembre de 2011, por lo que sus fueros aguantarán hasta entonces. Emilio Massera simuló desde 2001, con complicidad judicial, una demencia para poder esquivar los juicios por el terrorismo de Estado. Así lo ha comprobado un experto italiano que asegura que el ex jerarca está apto para sobrellevar un juicio. ¿La impunidad de estos personajes, no es también fuente de crispación y violencia?

La Arena, 08 – 02 – 09

La Quinta Pata

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