domingo, 22 de marzo de 2009

Superando marañas mediáticas, las apetencias de clase otra vez subidas a las rutas

Las patronales sojeras

Emilio Marín

Las patronales sojeras se justificaron hasta con la sequía, cuando ese fenómeno casi no las afectó. Hablaron de la lechería y economías regionales, pero en el fondo sólo les importaba la soja. Y están otra vez en las rutas.

Y conste que no se trata de presentar al gobierno como representación de los angelitos. El anuncio del jueves hecho por Cristina Fernández, de coparticipar con provincias y municipalidades el 30 por ciento de las retenciones a la soja, busca mejorar la situación del poder central con gobernadores e intendentes dudosos. Estos tendrán ahora un 11 por ciento más de coparticipación, con destino a obras públicas. Y eso, en momentos de merma de los ingresos públicos debido a la caída de la actividad económica, es una ayuda considerable.

Esta fue una buena medida, tardía, de parte del Ejecutivo, y no una patraña, mentira y otros descalificativos similares como dispararon los miembros de la Mesa de Enlace. Uno de los más enojados con esa coparticipación fue Eduardo Buzzi, quien opinó: "es una actitud que raya la provocación. Hay un autoritarismo en el Gobierno que sorprende". Cabe recordar que el titular de la Federación Agraria fue uno de los que más reclamó en los rounds anteriores que el gobierno coparticipara con las provincias la recaudación de esas retenciones.

Enojados por tener que pagar ese impuesto -"se adueñan de nuestra plata", dijeron con un elementalismo falto de lógica - los popes poroteros dispusieron el décimo lock out desde 2003. Será de una semana, hasta el viernes 27, y aunque el motivo aludido es la soja, se plantean no dejar pasar camiones que transporten cualquier tipo de granos y también los que porten hacienda. Esto, aunque en materia de carnes y lechería se habían suscripto acuerdos con el gobierno en las reuniones de los martes en el ministerio de la Producción.

Este cronista lo había planteado: el PEN estaba haciendo exageradas concesiones a la Mesa de Enlace y eso no evitaría la confrontación. Ocurrió lo previsto. Ahora Florencio Randazzo se muestra sorprendido por el regreso del lock out oligárquico y dice que "tanto el paro como los cortes de ruta son una burla a los acuerdos". ¿Qué esperaba el ministro del Interior?
Este año se prevé que las retenciones a la oleaginosa derivarán 20.000 millones de pesos al Estado, suma igual al previsto superávit fiscal. Ese es el dinero que la Mesa de Enlace considera suya y de sus representados. No es una pelea por la Patria, aunque insista en ponerse escarapelas y hacer en mayo pasado un acto en el Monumento a la Bandera de Rosario. Es estrictamente una cuestión de intereses, enmarañada con argumentos sobre su supuesta "quiebra" por falta de rentabilidad. El intendente de Leones los refutó esta semana, con datos sobre cuánto ganan en su pueblo esos productores que se disfrazan de indigentes con la ayuda de los medios de comunicación que los pintan como "campesinos". Esos comunicadores ayudan a los ruralistas pintando a la presidenta como un demonio, aunque nunca tan mala como su marido, que además de diablo estaría loco.

Plaza vacía
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Un cronista habitualmente pulcro para escribir lo mismo que sus colegas de "La Nación", como Adrián Ventura, sostuvo que "el país sufre una fractura esquizofrénica que se debate entre el mundo del matrimonio Kirchner y el mundo real que vive la gente". Como se supone que la gente es normal, ya se sabe quién es el esquizofrénico para Ventura.

Su punto de vista es similar al que agitó el rabino de la Coalición Cívica en la fracasada concentración contra la inseguridad (y el gobierno) el miércoles 18. "Hay una Argentina que puede ser República después de Néstor Kirchner y no se puede confundir el legado de Perón con la locura de Nerón", dijo Sergio Bergman.

Lo interesante fue que la concurrencia resultó escasa, porque osciló entre 5.000 y 10.000 personas, y porque uno de los oradores, Guillermo Marcó, cuestionó el pedido de pena de muerte con que se había iniciado este movimiento. Susana Giménez lo hizo.

Ahora queda el histórico escenario de la plaza para que el martes 24, día de la memoria, haya varias marchas y actos de los organismos de derechos humanos y "otras estupideces", como dijera la filósofa de la pena de muerte.

La Corte Suprema ha hecho una contribución a que más argentinos se movilicen el 24 de marzo, al fallar en contra de los numerosos pedidos de los letrados de los genocidas. Estos reclamaban ser desprocesados o bien derivados a sus domicilios argumentando la edad, superior a los 70 años. Al menos por ahora deberán seguir presos y en los establecimientos donde están, que en algunos casos son cárceles comunes.

Aunque nadie quiera reconocerlo, estas resoluciones judiciales pueden ser vistas como subproducto de la polémica entre los organismos de derechos humanos, acompañados del discurso de la presidenta el 1 de marzo último, y varios representantes de la justicia, que se sintieron apremiados.

Un vacío en la materia es que los empresarios que en 1976 hicieron negociados a expensas del país y la democracia, caso patente de José A. Martínez de Hoz, permanecen libres. ¿No sería más justo que ese ex superministro siguiera los mismos derroteros judiciales de su compañero de causa, Albano Harguindeguy, por los secuestros extorsivos de los empresarios Gutheim?

Ni siquiera en este aspecto han tenido el menor cuidado los enloquecidos representantes de la exportación de soja libre de impuestos. Su "paro" (léase lock out patronal) volverá a mancillar la memoria pues el 24 de marzo estarán cortando ilegalmente el tránsito en las rutas y requisando sin derecho alguno las mercaderías. Por supuesto, ninguno pensaba ir a las marchas por los derechos humanos, ni siquiera Buzzi, toda vez que la FAA ha olvidado hace tiempo a los desaparecidos de las Ligas Agrarias setentistas y hace acuerdo con la Sociedad Rural y la CRA. Palermo le puso la cocarda de campeón muchas veces al general Jorge R. Videla y demás dictadores.

Carrió, brutalmente sincera
La votación del miércoles en Diputados, donde el oficialismo logró aprobar el adelantamiento de las elecciones al 28 de junio venidero, mostró un cierto avance del bloque conducido por Agustín Rossi. Es que en la histórica votación de esa cámara cuando fue aprobada la resolución 125 (luego derrotada en el Senado), la votación fue 129 para el kirchnerismo y 122 para la oposición. En cambio en esta oportunidad el guarismo fue 136 para los conducidos por el legislador santafecino y 109 para la contra.

Ese resultado no condice con la incesante propaganda de la oposición, que – amplificada por los medios afines – repite que la suerte del gobierno estaría echada en octubre. Al menos en ese escenario la pulseada mostró como más numerosos a los defensores del gobierno.

Y esa medición sería más adversa aún al segmento sojero si se toma en consideración lo que pudieron reunir el jueves para la frustrada sesión para rebajar las retenciones. El jueves pudieron sentar a sólo 103 diputados (aunque Joaquín Morales Solá en "Gaceta Ganadera" hablara de 108, sumando 5 legisladores ausentes afines a la Mesa de Enlace). Aún así, están lejos de los 122 votos del primer lock out.

Al margen de esa consideración parlamentaria, es evidente que las simpatías con la gauchocracia están menguadas en relación a marzo-julio del año pasado. Y se puede vaticinar que esa cosecha encogerá más debido a los 7 días de cortes embozados de rutas que comenzaron por décima vez. Hasta los amigos que los ruralistas tienen al interior del gobierno, como Sergio Massa, Daniel Scioli y Juan Schiaretti, debieron llamarse a silencio porque esa conducta antisocial es indefendible.

El Senado analizará ese proyecto de adelantar los comicios, que viene con media sanción de la cámara baja. Se supone que será aprobado y que Julio Cobos será mudo testigo de una votación diferente a la que lo tuvo de protagonista en julio pasado.

Si así fuera, habrá quedado oficializada la campaña electoral, del oficialismo y la oposición. No era lo mejor porque la gravedad de la crisis ameritaba estar discutiendo sobre asuntos más candentes, antes que precipitar la contienda urnística. Pero eso parece ser una crítica abstracta, vista la mayoría parlamentaria a la que sólo los ruralistas parecen querer evadirse.

Kirchner llamó la atención sobre que para esos sectores, si Macri adelanta los comicios en Capital, es democrático, pero si Cristina propone al Congreso hacer otro tanto, no lo es.

De hecho ya está lanzada la campaña. Y entre la oferta gubernamental y la opositora, en sus diversos envases, comparativamente hablando es muy superior la primera, sin ser ninguna maravilla.

Pruebas al canto: estatización de la Lockheed a favor de la Fábrica de Aviones Córdoba, creación del fondo solidario con la coparticipación de las retenciones a la soja y anuncio del proyecto de nueva ley de radiodifusión.

Con tal de oponerse a esta última iniciativa, la oposición conservadora, representante aquí de los monopolios de las comunicaciones y de la proestadounidense SIP, rechazó aquel proyecto. No le importó que el mismo podría terminar con una de las dos leyes supérstites de la dictadura. Elisa Carrió lo blanqueó: "estamos dispuestos a defender a las empresas para defender la libertad de prensa". Clarín, La Nación, Telefónica, América, Radio 10, Continental y Todo Negativo, muy agradecidos. Oposición, sojeros y monopolios de la información: con estos intereses se puede hacer cualquier cosa menos subestimarlos.

La Arena, 22 – 03 – 09

La Quinta Pata

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