domingo, 5 de abril de 2009

El último que apague la luz

Alberto Atienza

El gobernador Jaque aumentó las tarifas eléctricas

Sin ninguna clase de vergüenza ni tapujo el gobernador Jaque anunció un leonino aumento de la energía eléctrica. Sin dudas nuestro pintoresco mandatario afronta graves problemas que complotan contra su continuidad en el cargo.

Padece de amnesia, como esos personajes de series televisivas que miran a la cámara y preguntan ¿Quién soy? ¿Dónde estoy? En el caso de él: ¿Quién es el gobernador?

Se olvidó este señor, al que pusimos ahí para que nos cuidara, que a otro mandatario provincial lo mandó al llano “El Mendozazo” detonado por abusivos aumentos en las tarifas de luz.

Es bueno que lo recuerde. Debe enterarse que la gente aguanta y mucho. Pero llega inexorablemente un punto en que la presión se torna incontenible y se genera el estallido. Si le falla la memoria, la historia se lo está enseñando

¿Qué le pasa a Jaque que no lo advierte? Está rodeado por allegados bien pagos, que se la pasan hablando de la inseguridad que no resuelven, de la policía que destruyeron y ahora no pueden recomponer ni llamando a los mismos uniformados que ellos echaron (qué papelón)

En esa corte sin milagros ¿No hay ninguno que le diga che Jaque no metás la pata? Parece que no. Están todos en otras cosas, menos en lo que le interesa y le duele a la gente.

Sería bueno que alguno de los que cobran elevados emolumentos para cumplir con el cometido primordial de la política, propender al bien común, le diga a Jaque: “Mirá no aumentes las tarifas desmedidamente porque eso los comerciantes e industriales lo trasladarán a sus costos. Estás generando inflación. No menciones que parte del aumento es por el vandalismo sufrido por las instalaciones de electricidad porque eso nadie te lo cree ¿Dónde aparece la constancia de esos atentados? La gente en la calle dice que el vandalismo corre por tu cuenta, al haber autorizado los incrementos”
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Y si ese funcionario utópico existiera, si Jaque lo escuchara, le diría además, en nombre de la gente, de lo que se percibe en los barrios, en el centro, en los micros y cafés: “Quedate callado con la baja rentabilidad de la empresa porque todo el mundo piensa que se llevan millonadas a sus cuentas bancarias. No hables de lo que no podés probar. A vos te ven como a un asociado de la empresa de corriente. Y la gente te pide que les digas a los funcionarios de Edemsa que no mandes más a la televisión a esa señora gerenta que por poco transforma a la firma prestataria del servicio en un ente mendicante. Te piden soluciones no discursos quejumbrosos”

“De nuevo con la rentabilidad, che Celso ¿Dónde están los balances públicos de la empresa? ¿Las obras de infraestructura nuevas? ¿La nómina de daños?

“¿Qué pasó con el EPRE, el ente de control de los proveedores de energía eléctrica? Las cifras de aumento que calcula ese organismo son inferiores a las que vos de frente mar fijaste? ¿Para qué está el EPRE entonces?

“Para colmo y eso acrecienta la indignación Celsito, bajás un aumento que es retroactivo. ¿Sabés cómo te consideran en la calle, tus propios votantes? Como a un enemigo. Dicen: claro, lo pusimos en el cargo para que nos ayude, para que haga obras y se pone de parte de una empresa que nos patea en contra. Una firma poderosa y rentable que otro de su signo, el destructor Menem, sacó de las manos del pueblo”

“Cunde la bronca Celso. Hay comerciantes que admiten lo lógico, el traslado a los costos y que deberán reducir personal. Son muchos a quienes las tarifas se les van a cifras de tres ceros. Mirá lo que te mandaste, hermano. Creo que deberías tratar de corregirlo. Estás en la punta del tobogán, dijiste, me largo. Pará un poquito. Tratá de emparejar las cosas. Todo viene mal y es por tu causa, por ceder a las presiones de las empresas. Ya encareciste el precio del boleto del transporte público. Ahora la luz, algo que tenés que frenar, si es que te dejan los grupos económicos que parecen ser los verdaderos gobernantes de Mendoza. Esto último es lo que se comenta en las veredas”

“Y del tobogán, si te largás, pasarás a la maroma. Que no se te levante la gente a protestar. Mejor, no se les sumen dos o tres gremios en pie de lucha y no aparezcan los agitadores de siempre. Ni hablar si se pliegan los chorros que rompen vidrieras para llevarse todo. Las quemazones de autos. La represión con el saldo de muertos y heridos. Después y ya algo similar pasó aunque vos no lo recordás, que debas irte sin mandato cumplido con el rabo entre las piernas. Si es así, la historia te cerrará sus puertas en la cara y serás un cadáver político. No podrás postularte ni como concejal de Barataria”

“No tengo más por decirte estimado amigo y gobernador. Si estas muy en desacuerdo conmigo, disponé de mi renuncia. Si querés pasarte al bando de la gente, redimirte, estoy a tu lado, como estarán con seguridad todos los habitantes de Mendoza”

Lo anterior es lo que podría haberle aconsejado un burócrata allegado al gobernador. Eso no ocurrió ni sucederá nunca. Hay una antigua tradición mendocina que se sigue cumpliendo: los funcionarios no funcionan.

Y en este caso, nuestro gobernador, tampoco.

Redacción La Quinta Pata

La Quinta Pata

1 comentario :

HArendt dijo...

Querido Alberto: Los mediocres medran en política; y contra más mediocres, más medran. Es una Ley Universal. Y ocurre en ambos lados del Atlántico, te lo aseguro. Por ejemplo en Canarias. O en Madrid, donde todo se hace en función de intereses privados y no públicos. Pero en democracia, y no dudo que Argentina y España lo son aun con todos los defectos de funcionamiento que uno quiere ponerles, a "todo cochino le llega su San Martín" (la época de la matanza del cerdo). Pero entre tanto, como decía don Miguel Unamuno, cuando uno se tropieza con un imbécil, o con un sinvergüenza, o un ladrón, lo que hay que hacer es decírselo a la cara: "¡Sr. (y aquí se pone el nombre o el cargo...) es usted un sinvergüenza!, (o un imbécil; o un ladrón)o las tres cosas a la vez...
Saludos desde las Islas Canarias (España, U.E.)

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