martes, 30 de junio de 2009

Regularizar los prostíbulos es aceptar la trata de mujeres

Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina

Carlos Saglul

La Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR-CTA) lleva adelante una campaña de divulgación en Santa Fe en el marco del debate sobre la regularización de los prostíbulos. Claudia Lucero, secretaria general de ese gremio en Rosario, explicó a ACTA que “regularizar los prostíbulos es aceptar la explotación y la trata de mujeres”.

Para la dirigente de AMMAR, Claudia Lucero, la Ley no permite que se viva de la explotación de las mujeres. ¿Como se puede al mismo tiempo regularizar la figura del proxeneta?. Es un absurdo.

Además a través de los prostibulos se lleva adelante la trata de blancas, sirven de cobertura a la explotación de menores como en algún momento denunció Sandra Cabrera. Argentina firmó el Convenio de Abolición de la Explotación de la Prostitución Ajena, que establece que el trabajo sexual no es delito pero si el proxenitismo.

A continuación parte del diálogo mantenido con Lucero:

¿Ustedes creen que el asesinato de su ex secretaria general, Sandra Cabrera, está relacionado con sus denuncias en este sentido?
A Sandra la mató mucho más que una bala policial. Ella hizo cerrar prostíbulos donde demostró se explotaba a menores. Ahora reabrieron y siguen funcionando. Es indudable que su compromiso en esta lucha contra la explotación de las mujeres, contribuyó a que la mataran.

¿A qué se debe que muchas mujeres acepten trabajar allí?
Les da más seguridad. Las saca de la calle. Después del crimen de Sandra Cabrera logramos que se disolviera Moralidad Pública que era la repartición desde donde más nos perseguían. Pero igual se producen otros aprietes. Por ejemplo, siguen a los clientes y también se ensañan con las chicas nuevas.

¿Ustedes vienen pidiendo la derogación del Código de Faltas?
Se debe a que es la herramienta que utiliza la policía para perseguirnos. Perseguirnos policialmente es empujarnos a los prostíbulos donde nos explotan. Aún en el caso de que no se ejerza violencia contra nosotras, no deja de ser un delito que tengamos que darle el cincuenta por ciento de nuestra paga al dueño del local.

¿Qué pasa con las denuncias de ustedes alrededor del crimen de Sandra Cabrera?
Están inmovilizadas, es parte del marco de impunidad que rodea al proxenetismo, la trata de blanca, la explotación de menores. Recientemente, tomamos el asesinato del policía Emanuel del Maestro que trabajaba de custodio en un prostibulo para reabrir el debate en la sociedad sobre este tema.
Los códigos de faltas dan cobertura a los prostíbulos, la impunidad para crímenes que no existirían sin un marco de impunidad que los proteja. Hay que terminar con la criminalizacion de las trabajadores sexuales y perseguir a los verdaderos delincuentes.

ACTA, 30 – 06 – 09

La Quinta Pata

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