Alfredo Alberti
En el mes de febrero del año 2003 el hoy Secretario de Ambiente de la Nación generaba un "profundo y serio trabajo" surgido desde la Asamblea de Vecinos de Esquel. Se denominaba: El proyecto Cordón Esquel – Un compromiso insostenible de cara a las generaciones futuras de Esquel y comunidades vecinas. Autor: Dr. Homero Bibiloni. Pero claro, ser funcionario nos cambia la vida ... nos enriquece por dentro ... y por fuera. Ahora, Bibiloni está preocupado porque "acudimos a la justicia" y nos llama "soldaditos verdes". Dos notas y un crédito del Banco Mundial para saber lo que nos espera. Fuimos a la corte, para que la vieja corrupcion, no nos inflija una nueva derrota.
Ante la avalancha de casos judiciales ambientales, que denotan la ausencia de políticas ambientales eficientes, el Dr. Homero Bibiloni y sus pares, en lugar de intentar persuadir a la justicia de que ellos tienen "vocación de cumplir las normativas, mostrando acciones concretas y medibles" debieran ocuparse por definitivamente resolver los muchos conflictos que las Secretarías a su cargo poseen y convencer de esa manera al ciudadano que los padece, con soluciones reales, visibles y vivibles.
La única lógica para interpretar los problemas ambientales, es anteponer siempre el primer derecho humano elemental y básico, el derecho a la salud y a la vida, por sobre cualquier otro. Los conflictos ambientales siempre tienen a los funcionarios y empresarios poderosos, ultrajando la condición humana.
La inacción o complicidad del Estado, el que éste no intervenga como factor de equilibrio, es lo que dispara el accionar ante la justicia, a la que ahora Bibiloni con el COFEMA intentan políticamente opacar.
Muy elocuente es que simultáneamente con el dictamen de AGN donde la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación es señalada como subejecutante de presupuestos propios, esté por tomar un crédito multimillonario en dólares del Banco Mundial y otro del BID (*). Es tal la impunidad, que si no actuamos y auditamos con la justicia, estos fondos nuevamente terminarían siendo desviados mediante algún decreto de necesidad y urgencia (de los que no estamos exentos), absolutamente vaciados y viciados de contenido, como históricamente siempre viene ocurriendo, para atender necesidades de cajas clientelísticas.
La corrupción política es el contaminante más grave que padecemos. Este cáncer debe ser erradicado por la Justicia, como último y gran recurso, en virtud de que el Congreso no funciona como contralor, de que los señores funcionarios carecen de autocrítica y gustan seguir disfrutando las mieles del poder en connivencia con intereses espurios, engañando a jueces y al pueblo. Permanentemente las autoridades nacionales dicen honrar el Fallo de la CSJN en la causa Riachuelo, aún creemos no lo están logrando, nuestro esfuerzo está en que en esta oportunidad, este hito histórico no lo dilapidemos, no lo transformemos en una nueva frustración. Este emblemático caso debe demostrarnos a todos los argentinos que podemos revertir décadas de abandono y decadencia, que podemos soñar con un futuro más justo y mejor. Que las políticas sobre medio ambiente, el cumplimiento del Art. 41 de nuestra Constitución Nacional, comienzan a hacerse realidad, momento en que dejarán de judicializarse los problemas ambientales.
Leer todo el artículo
No hay comentarios :
Publicar un comentario