sábado, 25 de julio de 2009

Quiebre de acuerdos y nuevo pacto militar marcan semana colombiana

Alberto Corona

Bogotá. La ruptura de acuerdos políticos para la conformación de la mesa directiva del Congreso, así como la negociación de un polémico pacto militar con Washington y revelaciones en torno a las FARC, marcaron la semana noticiosa en Colombia.

La elección de Javier Cáceres, de Cambio Radical, como presidente del Senado, y de Edgar Gómez, de Convergencia Ciudadana, al frente de la Cámara de Representantes, supone una recomposición del mapa político nacional, lo cual para muchos pone en aprietos a la coalición gubernamental.

En tanto, fuentes parlamentarias reconocieron que el proyecto de referendo reeleccionista que busca habilitar para un tercer mandato consecutivo al presidente Álvaro Uribe agoniza ante la nueva estructuración de la mesa directiva del Congreso.

Al respecto, el congresista del opositor partido Polo Democrático Alternativo Venus Albeiro Silva expresó que la elección de Cáceres dificulta el camino para una consulta popular sobre la citada reelección.

Con su designación, no solo se le ganó la batalla al régimen, sino que se le complica el camino al referendo reeleccionista, pendiente de una conciliación legislativa, puntualizó.

También fue noticia durante la semana la negociación de un polémico pacto militar entre Washington y Bogotá, que permitiría el uso de varias bases nacionales a soldados estadounidenses y una significativa presencia de esos efectivos en el país.

La revelación de estas negociaciones ha provocado el rechazo de varios sectores políticos y sociales nacionales – que la califican como una violación a la soberanía – así como de gobiernos de países vecinos, que consideran una seria amenaza para la estabilidad de la región la presencia de militares norteamericanos en Colombia.

Ante esta compleja situación, el presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo desde Caracas que revisará las relaciones con Bogotá por el referido acuerdo militar.

Chávez argumentó que la presencia de tropas estadounidenses en Colombia representa una amenaza para su país pues "le están abriendo la puerta a quienes nos agreden constantemente, y a quienes preparan nuevas agresiones en contra de nosotros".
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En tanto, dirigentes políticos colombianos han manifestado inquietud ante este nuevo pacto, cuando Estados Unidos se dispone a entregar la base ecuatoriana de Manta, luego que el gobierno del presidente Rafael Correa no autorizara su prórroga.

Por otra parte, también destacó en la semana el anunció de que próximamente las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregarán pruebas de supervivencia de retenidos en su poder.

En declaraciones a la prensa tras una reunión con jerarcas de la Iglesia Católica, la senadora liberal Piedad Córdoba señaló que tiene información sobre dicha entrega, como una acción unilateral y humanitaria del grupo insurgente, aunque refirió desconocer de quiénes se trata.

La senadora también indicó que todavía está a la espera de que el presidente Uribe la autorice oficialmente a ponerse en contacto con las FARC, a fin de coordinar el proceso humanitario y conocer cuántos uniformados serán puestos en libertad.

Hay que tener claras las condiciones del gobierno para saber cómo se avanza, apuntó.

El contacto directo con la guerrilla solo lo pueden tener la Iglesia Católica y el Comité Internacional de la Cruz Roja, instituciones que cuentan con la aprobación del mandatario para ejercer esa labor, aclaró.

Hasta el momento, las FARC solo han anunciado la liberación del suboficial Pablo Emilio Moncayo y el soldado Daniel Calvo, prisioneros en 1997 y 2009, respectivamente, además de la entrega de los restos del mayor Julián Ernesto Guevara, muerto en cautiverio.

Sin embargo, el gobierno colombiano impuso como condición a la participación de Córdoba como gestora en el proceso humanitario la liberación unilateral y simultánea de 24 uniformados en poder de la guerrilla.

PL, 25 – 07 – 09

La Quinta Pata

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