miércoles, 26 de agosto de 2009

El jueves 27 marchamos por una nueva ley de comunicación

Juan Manuel Fonrouge
*
Sin libertad de información no hay democracia.


El proyecto de Ley de Servicios de Comunicación audiovisuales, que buscará terminar con el Decreto - Ley de Radiodifusión 22.285, que lleva la firma de Jorge Rafael Videla, Albano Harguindeguy y José Alfredo Martínez de Hoz, no se trata de un mero hecho testimonial, ni de una embestida contra un actor en particular, se trata de empezar a democratizar la comunicación y lograr mayor pluralidad.

Es verdad que la Ley ha sido modificada en la democracia decena de veces, bandera que levantan los monopolios mediáticos y los sectores políticos neoliberales, pero lo que no explican es que las modificaciones realizadas solo han profundizado el proceso de concentración empresarial.

La vigente Ley de radiodifusión no considera a la comunicación como un derecho y al espectro de radio y televisión como patrimonio público.

Viola la libertad de expresión al impedir el acceso a licencias a todo aquel que no sea una sociedad comercial, y esto a la vez genera la violación al derecho a la información, en tanto un sector social minoritario que ostenta estas licencias en un sistema monopolizado reproduce un discurso único a lo largo y ancho del país.

Asistimos al mensaje monocorde de las empresas periodísticas, autorizadas desde la Capital Federal a transmitir en cadena, por lo que un jujeño se levanta a la mañana con un choque en la panamericana como si el país terminara en la autopista. El 80 % de los contenidos se produce en la Capital Federal, la nueva Ley buscará implantar pisos mínimos de producción local y nacional.

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Con la aprobación de la nueva Ley, el total del espectro de radio y televisión se dividirá en tres partes iguales entre el sector privado (hoy tiene el 95%), el Estado, y las organizaciones sin fines de lucro, como sindicatos, cooperativas, fundaciones, Asociaciones Civiles, etc.

La ley vigente permite que una misma empresa obtenga hasta 24 licencias, algo que la nueva ley buscará achicar para que nuevos actores puedan acceder a las licencias.

También se hace necesario que nuevos actores puedan prestar servicio de televisión por cable, y terminar con lo que se ha convertido en uno de los casos más flagrantes de monopolio en nuestro país.

La nueva Ley de Servicios de Comunicación audiovisuales es necesaria desde varios puntos de vista, pero principalmente, es la democracia la que necesita de esta Ley, para que el interés colectivo y nacional pase a estar presente en la agenda diaria.

Por todo esto convocamos este jueves 27 de agosto a las 11:00 en Plaza de Mayo para marchar al Congreso y entregar entre todas las organizaciones y compañeros presentes el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

* Director Revista 2010

http://www.facebook.com/l/;www.revista2010.com.ar, 26 – 08 – 09

La Quinta Pata

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