"Me considero un demócrata. No soy nazi ni dictador. Ustedes son jueces de la democracia pero no pueden ser nuestros jueces", le dijo Riveros a los jueces que integran el Tribunal Oral Federal número 1 de San Martín, que preside Lucila Llarandart y que hoy a las 15 dará su veredicto.
En sus últimas palabras, el militar reivindicó el Código de Justicia Militar para su juzgamiento, admitió tener 400 causas abiertas en su contra y recordó que hace más de 10 años tiene detención domiciliaria.
También aludió a la "injustificable anulación de las leyes de punto final y obediencia debida, y a la errónea anulación de los indultos", así como deploró el "foráneo concepto de crímenes de lesa humanidad".
Tras las palabras de Riveros, que era el máximo jefe de Campo de Mayo en la dictadura, comenzó a hablar otro de los imputados, Osvaldo García, quien se desempeñaba como jefe de la Escuela de Infantería en cuyo ámbito funcionaban varios campos clandestinos, en uno de los cuales fue visto el adolescente muerto.
En tanto, se negó a hablar el otro imputado, Fernando Verplaetsen, jefe de inteligencia de Campo de Mayo. En el juicio, que se desarrolla en una sala colmada, también están imputados dos oficiales subordinados y un policía.
Télam, 12 – 08 – 09
No hay comentarios :
Publicar un comentario