domingo, 13 de septiembre de 2009

“Hasta K”: las pulseritas verdes de Daniel Vila

Marcelo Padilla

Es un tipo pesuti. Lo sabemos. Y además va al frente, como lo ha demostrado más una vez cuando se le sale la cadena. No es muy usual en tipos con tamaño poder que ostenta, digo, que se le salga la cadena, públicamente. Tiene actitudes más bien de marginal.

Un heredado marginal. Porque “es hijo de” y supo aumentar el patrimonio que recibió de su padre. Y le tocó ¿La suerte? bajo condiciones propias para el crecimiento sin topes ni reglas. Creció sin reglas ni límites su estándar empresario; o mejor, creció con reglas a la medida de sus pretensiones imperiales. Esto pasa con los empresarios argentinos. Todos quieren más, a costa, de los que no pueden más. Desarrollo objetivo del capital en la anarquía del mercado, el cual aún con reglas, siempre, termina por moldearlas a medida de algunos.

Una anécdota: formé parte de un equipo de radio conducido por mi amigo Ulises hace unos años en Nihuil. El programa se llamó “La Odisea”. Estuvimos un par de años en el aire por la noche. Cuando cayó diciembre se hizo la fiesta del multimedios y fuimos invitados. Recuerdo haberme puesto muy en pedo, tal vez como la gran mayoría. Daniel Vila y su mujer estaban sentados con unas copas de Champagne al borde de una piscina. No, error, era una fuente decorativa en los jardines del multimedio. Pero creí ver una piscina. Y no dudé en sacarme los pantalones y la remera, las medias y las zapatillas, y en calzones, tirarme de cabeza a la fuente por encima de Daniel Vila y mujer, tipo salto ornamental. Más ebrio que dormido, aterricé de pancita sobre el agua fresca de la fuente, en pleno delirio. De inmediato, tres gorilas inmensos se acercaron a darme pa` que tenga. Sin embargo, con tacto, Daniel Vila me llamó suave hasta el borde y me quedé charlando unos minutos con él. Ni se mosqueó. Es más, sacó a los osos y los mandó al bosque. “Te diste el gusto”, me dijo. “Sí, le respondí, el agua está hermosa” y me tomé de un sorbo su copa de champú. Primero y último contacto personal con Daniel, que es Vila. Me zarpé y la saqué baratísima. Luego, me vestí y seguí bailando. Se tomaba mucho en esa época. Había que olvidar. Fin de la anécdota.

Regreso a Dani –ya me lo eché al hombro. Como parte del vulgo que soy/somos ¿Podemos decir que es medio dueño de la provincia? Siiiiii. Él y sus aliados, pero él es el emperador, cara visible del team conformado por políticos, ex políticos, empresarios políticos y futuros políticos. Lleva el ropaje del Rey, y eso… mierda si no cuenta. Si manejás radios, diarios, canales de TV por aire y cable, universidades, empresas de energía y de petróleo; bueno, ¡Pues eres el rey de una provincia, chaval! y, por la lógica de la acumulación del capital y del poder, querés competir en las grandes ligas; es decir, disputar poder con los más grandes (Clarinetes) en el país. Eso es lo que está haciendo Vila y asociados hace más de una década. Y va de suyo que así sea, dadas las reglas que favorecieron ese crecimiento desmedido. Esas reglas no son ni más ni menos las que permitió Menem y De la Rúa, para que “Daniel” se haya montado al (Domingo) Cavallo del comesario.
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La ley de radiodifusión de la dictadura, de la que nadie, pero nadie por estos desérticos pagos se animó a cuestionar en 26 años, es la que le permitió a Vila montar su imperio. Lo ayudaron gobernadores peronistas y radicales, intendentes peronistas y radicales. Se sometieron a él periodistas e intelectuales, artistas y dirigentes deportivos. En su complejo Dalvian mantiene cautivos a jueces, abogados, gerentes, nuevos ricos y políticos que viven en otro mundo. Anualmente organiza en San Isidro el besamanos al que asiste la crema local y nacional, invitada. Algunos mueren por estar. Se mean encima. En fin, sumisos a su poder de gigante. Es que Daniel los saluda personalmente, como lo hizo conmigo al borde de la fuente. Y cuando el poder te saluda, te tienta, lo empezás a justificar. O, al menos, te invita suavemente a quedarte musa, porque además te da de comer y esas mierdas, necesarias de nuestra especie. Gracias Daniel. No tenemos escapatoria de tu laberinto. ¿Nos dejás vivir unos añitos más? Pagaremos tributo a la corona si hace falta.

Daniel Vila está sacado, o vive sacado. Eso no lo sé. Pero es sintomático lo que ha hecho en los últimos años: mató a un delincuente en el 2001 “en defensa propia”, en noviembre de 2007 agredió en patota junto a dirigentes de Independiente Rivadavia a un periodista (Cruz Calvet) de Diario Los Andes con “insultos, patadas y escupitajos” por una cobertura en un partido de fútbol; en octubre de 2008 le cortó la cara con una copa al periodista Llamas de Madariaga e increpó al periodista Julio Villalonga (lo atendió el SAME por un pico de stress) en una fiesta del diario El Cronista en La Rural (ambos le habían ganado juicios laborales) y no hace mucho, se agarró a trompadas con hinchas del equipo que preside en la platea del Gargantini, entre otras perlitas de matón custodiado. Para colorear el cuadro, reta a un tal Celso Jaque, a quien mantiene sometido explícitamente, por formar parte de un gobierno (nacional) que le escupe el asado multimediático.

A raíz de sus declaraciones públicas contra la nueva ley, Vila osó compararla con la ley de la dictadura, la misma que lo benefició hasta hoy. Advierte que vamos hacia una Argentina venezolanizada. Y tiene razón, los grandes medios cada vez más se parecen a los de Venezuela y espero que no imiten a los de Honduras. Es el primer dueño de multimedios que salió al frente, personalmente, a enfrentar al gobierno. Por eso retó a Jaque, su peón descartable en su patio chico, que es Mendoza. Fue tapa del diario Crítica el sábado 5 de setiembre. Con el título “La contraofensiva”, Daniel Vila ofreció una entrevista al periodista Nicolás Wiñazki y prorrumpió con los tapones de punta, como lo sabe hacer.

En la misma reconoce haber mandado a fabricar 1 millón de pulseras verdes con la leyenda “Hasta K”, para difundir el odio de guerra contra el gobierno. Es que de aprobarse la nueva ley de servicios audiovisuales, deberá desprenderse de algunas empresas del holding oligopólico que posee con sus socios. Un militante. Un poderoso empresario militante en defensa de la libertad de ostentación y manipulación de la comunicación. Compite con Clarín, aunque en esta guerra, son más aliados que nunca. No se olviden de Honduras.

La Quinta Pata, 13 – 09 – 09

La Quinta Pata

3 comentarios :

Anónimo dijo...

los vila me disgustan hasta el asco mas profundo su impunidad su asquerosidad...la gente que acepta vivir en el dalvian sabiendo que son terrenos robados me da asco tambien....los que trabajan para ellos me repugnan sobremanera.....que los parta un rayo...ellos existen porque nosotros los dejamos.vila manzano menem la perversidad hecha hombres.....gente sucia....la vida se encargara de hacer justicia.

Anónimo dijo...

Ah bueno... estás del copete... muy buena nota... ahora yo no firmaría con mi nombre una nota sobre vila... tampoco este comentario... saludos

Gustavo dijo...

Son de terror los Villa-nos Vila.. Trabajo en forma independiente en periodismo deportivo y me va muy bien. No trabajaria para este individuo ni en pedo..

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