Ramón Ábalo
Uno de los testigos en el juicio a los genocidas que se está llevando a cabo en San Rafael, reafirmó lo que ya se suponía: en los terrenos del llamado Campo de Los Andes, en un sector del Departamento de Tunuyán, existe un enterramiento de desaparecidos víctimas de la dictadura cívico-militar. Es un predio que pertenece al ejército donde se asienta un regimiento, la Compañía de Telecomunicaciones 144, y que ya figura en nuestro libro "El Terrorismo de Estado en Mendoza" como que fue uno de los tantos centros clandestinos de detención. Y está en plena tarea un grupo de antropólogos en el llamado Cuadro 33 del cementerio de la Capital, con restos óseos que testifican que allí, en realidad, hay enterramientos de algunos de los desaparecidos en Mendoza. Ya también se ha hecho una tarea similar en lo que se denomina Las Lajas, cercano a la ciudad Capital, y que es de la IV Brigada Aérea, que fue también un centro clandestino de detención. Algunos ex-presos que estuvieron allí detenidos han manifestado su seguridad de que allí también sería un enterramiento. Un esforzado rastrillaje, hasta el momento, no ha dado resultados positivos, pero se sigue trabajando. Siempre por los dichos de testigos que merecen fe por haber sido ex-presos han señalado un par de lugares más, los que, por razones obvias, no los mencionamos por sus nombres, pero en los que en poco más se peticionará a la justicia federal para que ordene los trabajos correspondientes.
Cabe señalar que los lugares de detención clandestinas fueron varios en la provincia, como lo fue el Palacio Policial, la Comisaría 8va de Godoy Cruz, el Cuerpo de Bomberos, el Comando de la 8va Brigada, el Liceo militar General Espejo, Campo de los Andes, Base Aérea El Plumerillo, en Las Heras, Papagallos (Colonia de Vacaciones de la la Dirección General de Escuelas), Tribunales y Casa Departamental de San Rafael, Penitenciaría Provincial y Las Lajas.
La mayoría de las comisarías fueron centros de detención provisoria, como asimismo en otras sedes militares, donde lo primero que se hacía con el prisionero era torturarlo. En una de esas sedes, en calle Boulogne Sur Mer, lugar donde se concentran los cuarteles en nuestra provincia, funcionaba lo que los jefes de torturadores llamaban "la escuelita", pues allí los destinados a esas tareas lograban el aprendizaje torturando a los presos que eran llevados ex-profeso.
Coronel Faustino Suárez, represor y extorsionador
En el transcurso del juicio que se lleva a cabo en San Rafael se ha escuchado, de boca de los testigos, con mucha insistencia, el nombre del ex-coronel, ya fallecido, como uno de los principales represores en San Rafael en aquella época de plomo. Este represor cumplió sus funciones como jefe de Inteligencia de la SIDE en la región Sur de la provincia. Era conocido como el "Colorado" por el tono de su cabello y registra en su haber alrededor de 30 desaparecidos y una decena de asesinatos. No le hacía "asco" disputar el botín de las depredaciones realizadas en los domicilios de las víctimas. Socio menor de Rodríguez Pappa, dueño y director del periódico "El Gato que Maúlla" - el mayor era el vicecomodoro Santuccione, jefe de la policía - le reclamaba religiosamente parte de los dineros productos de los "aprietes" del seudoperiodista a los empresarios. Tanto Santuccione como Suárez amparaban gustosos las correrías de Rodríguez Pappa, siempre y cuando este repartiera puntillosa y exactamente los dividendos. Cuando "El Gato" entró en picada, fue preso a instancias de sus socios, que lo dejaban de lado por ya no servirles.
La Quinta Pata, 25 – 07 – 10
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