domingo, 3 de octubre de 2010

La cooperación para la tortura

Sergio Peralta
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“La ley es poderosa, pero más poderosa es la necesidad”
Johann Von Goethe

Lentamente para muchos, rápidamente, demasiado, para otros; es más, quisieran que nunca se avanzara sobre esto, la Justicia Argentina va demoliendo el tabique que la dictadura genocida trató de armar. A lo largo de casi todo el país, salvo deshonrosas excepciones, lo torturadores deben responder con la cara, con el cuerpo, a veces muriendo en una celda por los brutales actos que llevaron adelante.

La pregunta, que seguramente puede contestar un psicoanalista es ¿cómo es posible que un ser humano se reduzca a la miserable figura de torturador? Conmueven los relatos de los sobrevivientes a los centros clandestinos, se quiebran, sollozan en el recuerdo, es tanto el espanto, es tanto el dolor que los obliga a revivir en busca de la justicia, algo que a ellos no les fue permitido. Un foco productor de locos fue y sigue siendo la Escuela de las Américas, hoy Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica; inmenso nombre para inmensa vulgaridad.

En 1946 se fundó en Panamá y en 1984, y a partir de un tratado entre Torrijos y Carter se trasladó a Fort Benning en Georgia, Estados Unidos. Por sus “aulas” han pasado más de 61.000 buenos alumnos, soldados y civiles latinoamericanos que han aprendido técnicas de combate, tácticas de comando, inteligencia militar, técnicas de torturas y la lista de “saberes” sigue. Como en toda institución educativa, existen programas a seguir, manuales a leer como los editados en 1996 y aún en uso: Manejo de Fuentes – Contrainteligencia – Guerra Revolucionaria e Ideología Comunista – Inteligencia de Combate – Terrorismo y Guerrilla Urbana – Análisis I. Actualmente su funcionamiento cuesta doscientos millones de dólares, que el Departamento de Defensa de Estados Unidos cubre en parte, la otra la aportan los países abonados que son todos, salvo Bahamas, Belice, a partir de 2004 dejaron de mandar soldados y civiles Venezuela y Uruguay; Brasil lo hizo a partir de 1999. Datos estos al año 2006

Hoy se puede visitar el sitio que reemplaza la Escuela de las Américas bajo el nombre de: Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación de Seguridad (Sucesor de la Escuela de las Américas) en Fort Benning, Georgia.
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En el sitio se hace un despliegue importante de justificaciones y objetivos que se buscan desde el punto de vista pedagógico, además se aclara que en la Sección 911 de la Acta Nacional de Autorización para la defensa del año 2001 se añadió una nueva sección, la 2166 de Título, Código de los EE.UU. (ley que gobierna en EE.UU. a las fuerzas armadas). Además de mutar su nombre agrega cambios en su funcionamiento como por ejemplo: “El propósito oficial del instituto es ahora proporcionar educación y formación profesional para el personal elegible de las naciones del Hemisferio Occidental en el contexto de los principios democráticos consagrados en la Carta de la Organización de Estados Americanos ... al tiempo que fomentan el conocimiento mutuo, la transparencia , la confianza y la cooperación entre las naciones participantes y promover los valores democráticos, el respeto de los derechos humanos, y el conocimiento y la comprensión del ingreso a Estados Unidos y sus tradiciones”. Esto es textual.

De ese lugar han salido los personajes más siniestros que llevaron adelante la sistemática “limpieza” en una generación que pensó otro mundo posible. En Argentina existen relatos desgarradores como el que sigue: “una joven testificó que luego de haber sido detenida durante meses con los ojos vendados y sometida a la tortura, a ella y a otras en su grupo se les permitió lavarse, en preparación para la visita del General Galtieri al centro de detención; Galtieri le preguntó si sabía quién era el y si ella entendía que él tenía poder absoluto sobre ella. “Si yo digo que vivas, vives, y si digo que mueras, mueres. Da la casualidad que tienes el mismo nombre cristiano que mi hija, por lo tanto vives”. Galtieri fue absuelto de su culpabilidad en los crímenes de lesa humanidad, fue juzgado por incompetencia en 1986 y dejado en libertad muy poco después producto de presiones militares.

Solamente se pudo llevar adelante este proceso en América con el apoyo y anuencia de una sociedad civil que sigue aún libre y sin juicio. La cata visible del terrorismo de estado (los militares), hoy en Argentina está siendo juzgada, y lentamente comienza a soplar aire fresco sobre el hedor a carne podrida de aquellos civiles que empujaron y se enriquecieron sobre la vida de 30000 personas.

Reitero lo dicho por Goethe “La ley es poderosa, pero más poderosa es la necesidad”

*Los Barriales

La Quinta Pata, 03 – 10 – 10

La Quinta Pata

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