Marcos Meloni
Empieza un nuevo campeonato de nuestro deporte nacional y con él una nueva temporada de Fútbol para todos. Un extenso recorrido por estadios del país se inauguró este viernes y promete una novedosa incorporación de otras emisiones como el Nacional B y también la internacional Libertadores, entre otros eventos deportivos y artísticos de interés público.
Esta reciente medida es muy bien recibida por todo el pueblo que sigue esperando un acceso más amplio a los medios, que desde siempre en Argentina se hicieron dueños y explotadores de distintos espectáculos populares. Frente a la decisión de nuestro gobierno nacional se oyen distintas voces que desde los multimedios solo quedan limitadas al reducido argumento del rédito político de cara a las elecciones próximas. De manera ingeniosa y brillante arman un discursillo que engalanan desde Mariano y Mirtha hasta el notero menos conocido de cualquier canal gorilón. Siempre metiendo bocados insulsos y tristemente burros. Hasta gracia producen en determinados momentos cuando uno los escucha o lee repitiendo una frase dicha sin reflexionarla ni modificarla en lo más mínimo.
Sin embargo, a aquellos que nos interesa el acceso real a los medios sin tener que abonar una cuota, creemos que nos merecemos un sistema de mediatización fuera del ámbito privado, y que ese nuevo espacio que se realiza desde el área estatal junto a la pública tome forma. Que abra las puertas a la participación y a la elaboración de proyectos integrales y regionales, que escuche a los sectores más desprotegidos y marginados. Y esos son los caminos por los que transitamos. Cada vez más son los que se hacen eco de esta realidad, aunque no se escuche tan alto, pero son verdaderos ejemplos de este cambio que se inició antes de la aprobación de la ley de medios y con más fuerza desde la sanción de la misma.
Hoy, el interrogante pasa por el grado de compromiso que nos toca asumir al sector que siempre estuvo luchando por la democratización de los medios. Este cuestionamiento se ha machacado constantemente en aras de una construcción real y alejada de los estereotipos clásicos de la producción audiovisual en concreto. Ahora es el momento de encarar con más fuerza que nunca la arremetida nacional y popular con todos sus matices. Cada una de las voces que se escucharon y lucharon por una legislación antimonopólica, pública, incluyente ahora tiene su oportunidad. No esperemos que esa chance la tomen personas que después tengamos que lamentar.
Río de Palabras 40, 10 – 02 – 11
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