domingo, 28 de agosto de 2011

Entre jugadas políticas y electorales, una patada a la minería contaminante

Agustín Sur

Subyacía en los meandros políticos menducos la cuestión minera, con una mirada sesgada del oficialismo pero con fuertes tonalidades en sectores defensores de la naturaleza, la atmósfera y la sangre y los pulmones de los habitantes del reino animal. Los humanos incluidos, de esta tierra cuyana. Ruidosas manifestaciones se sucedieron en los últimos años y en algunos de los sectores vocingleros sobresalían - y sobresalen - argumentos que se emparentan con aquello de hace dos años, lo "del campo" de la llamada mesa de enlace, patrimonio de la Sociedad Rural y su pope mayor, Hugo Biolcati. Queda claro, no obstante, que estas posiciones no le quitan legitimidad a la protesta y menos a los argumentos más firmes que, al menos para muchos como para quien esto escribe, y que tienen sustento fundamentalmente en la problemática del agua y la constitución geológica del terreno, como lo hemos señalado no hace mucho en estas mismas páginas. Parte de esos argumentos fuertes son también la alta rentabilidad de las extracciones. Cientos de millones de dólares que no dejan nada para las arcas oficiales ni los bolsillos de los argentinos que tampoco se reinvierten en la economía local. San Jorge, que es la interesada de llevar a cabo el emprendimiento sobre el cual recaen los improperios, pretende sacar del yacimiento a explotar solamente cobre y oro, cuando está comprobado que son varios otros los metales a sacar en conjunto, entre ellos el litio, un elemento que ya es crítico en la sustitución de combustibles no renovables.

Desde el punto de vista de la contaminación, no sería materia de mayor discusión en cuanto no es imposible su impedimento con medidas adecuadas y no muy complejas, que es lo que asegura la empresa y un estudio salido de los medios académicos universitarios públicos, por el cual se potencia el emprendimiento, si se cumplieran ciertas normas posibles, repetimos, de cumplimentarlas. Ello fue tomado por el ejecutivo y enviado a la legislatura para que diera su opinión. Antes de las primarias y en la suposición de que el emprendimiento tendría vía libre si estas previas le daban rédito electoral al binomio Pérez-Ciurca, las protestas arreciaron. Ese supuesto se centra en que el Paco Pérez, posible futuro gobernador, es un hombre vinculado, aunque indirectamente, a la empresa y, por ende, con el poder de decisión en sus manos, para que San Jorge haga lo que se propone.

Pura especulación electoralista, la UCR hizo bajar, estando el documento en comisiones, para que no tenga futro en su tratamiento. Pero, ni lerdo ni perezoso, se apersonó también el Paco Pérez para gestionar lo mismo. Unos y otros le hicieron "pito catalán" al emprendimiento, a la empresa y a todos los que - como algunos sectores políticos y la cámara de minería - son favorables a la acción extractiva de las entrañas de la cordillera mendocina.

Ambos gestos son una sola táctica electoralista pero plausible en cuanto se deja de lado un tema crudamente complejo y de trascendencia más que nada política, y por ello especulativa desde todos los ángulos en que se discute. Su trascendencia económica es muy relativa, pero, vaya paradoja, es posible que el estado mendocino tenga que oblar a la empresa San Jorge unos 40 millones de dólares, que es lo que ya ha pedido como indemnización. Pero tal vez sea, en un futuro no muy lejano, la herramienta a que eche mano el estado para que San Jorge se dé el gusto.

La Quinta Pata, 28 – 08 – 11

La Quinta Pata

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