domingo, 2 de octubre de 2011

Ojo al pollo

Luis Cañas

Las cosas que están mal, están mal. Si bien la detención de Rubén “Pollo” Sobrero, Leonardo Portorreal y tres personas más por orden del juez federal Juan Manuel Yalj, está ahora en manos de la justicia y “hay que dejarla actuar”, hagamos uso de la experiencia y recurramos a la historia para ver si hay algo que se pueda reparar. Los representantes de trabajadores opuestos a la mayoría oficial de la Unión Ferroviaria no mandan a quemar vagones a fin de obtener reivindicaciones u otras ventajas o fines, para sus representados o para sí mismos. La anterior es un uso mafioso, más bien ligado a sectores de derecha, lúmpenes y sin conciencia de clase. Es obvio que “alguien” quiere dejar pegado a un dirigente representativo como Sobrero a un hecho delictivo, cuando lo que su formación gremial se propone principalmente es “desprivatizar”, luchar contra la tercerización laboral y por la democratización de su sindicato. Que quienes lo quieren dejar pegado a lo delictivo sean los dueños de la Línea General Sarmiento junto a la oficialidad gremial de derecha del sindicato de los ferroviarios, es esperable. Pero que se fogonee la detención y presunta culpabilización de los compañeros – por más diferencias que hayan con ellos – desde instancias gubernamentales es algo que no va con las premisas del proyecto nacional y popular, al cual, desde este sitio, apoyamos sin reservas. Las cosas que están mal, están definitivamente mal y si comprobamos que están así de mal es necesario no solo decirlas sino gritarlas.


La Quinta Pata, 02 – 10 – 11

La Quinta Pata

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