domingo, 13 de noviembre de 2011

Por arriba soplan aires de conciliación; abajo subsisten conflictos

Emilio Marín

La presidenta recibiendo a la nueva cúpula de la iglesia, y kirchneristas y macristas negociando por el subte y el consejo de la magistratura, son gestos de negociación. Por abajo siguen varios conflictos, políticos y sociales.

La cúpula de la iglesia tomó nota del 54 por ciento de los votos de la presidenta y le solicitó una audiencia, luego de renovar autoridades. Rápida de reflejos, CFK concedió la reunión y así el nuevo titular del episcopado, obispo José M. Arancedo, y los vicepresidentes, entraron a la Casa Rosada.

Con el cardenal Jorge Bergoglio no había buena onda, ni con Néstor Kirchner ni con Cristina Fernández. Era una cuestión política, que venía de muchos años, pues Bergoglio había militado en Guardia de Hierro, la agrupación derechista del peronismo, y había sido amigo del almirante Massera. Las simpatías de los Kirchner estaban en el peronismo juvenil de los ´70. Y encima el ex "guardián" se había pronunciado en contra de los juicios por violaciones a los derechos humanos y a favor de la amnistía, con lo que entre la catedral donde moraba y la casa de gobierno no hubo un camino de ida y vuelta. El kirchnerismo vació la catedral en los tedeum del 25 de mayo y fue a iglesias del interior.

Bergoglio se despidió del episcopado con chicanas. Dijo que "María no renegó de su maternidad", en obvia referencia contra el aborto. Los ateos podrían contestarle que ese fue un caso excepcional y para el debate científico, porque María habría sido fecundada por el Espíritu Santo...

Paradojalmente en esa postura adversa a la despenalización del aborto, Bergoglio y Arancedo tienen una fuerte coincidencia con la presidenta. A la salida de la reunión del jueves, el último nombrado estaba contento. "Ustedes saben lo que pienso sobre ese tema, sostuvo la jefa de estado ante la mesa ejecutiva de la CEA luego de que los huéspedes mencionaran su posición en 'defensa de la vida', una manera de definir su doctrina antiabortista" (El Día de La Plata).
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Esto explicaría la ausencia de los diputados K en la comisión de legislación penal que hace dos semanas trató el proyecto de despenalizar el aborto. Diana Conti fue la única que asistió. El resto se borró, sellando la suerte de la iniciativa, que recién podrá ser discutida en 2012. Entre 70 y 100 mujeres jóvenes y pobres morirán por abortos mal hechos, por no poder pagar las intervenciones médicas privadas que se hacen las de su mismo sexo, pero con dinero. Muchas se llaman María y son católicas a la manera de hoy (creen en Dios pero no van seguido a misa y critican a los curas, onda Diego Maradona).

La relación más cordial de la jefa de estado con el flamante episcopado debe enmarcarse en el resultado electoral. De todas maneras, no habrá buena vibra con toda la jerarquía de sotanas: al ultra reaccionario Héctor Aguer, de La Plata, no habrá manera de conformarlo. Bergoglio tendrá que lidiar con sus resentimientos políticos y personales, que se agudizarán si vuelven a citarlo como testigo en nuevas causas de la ESMA y por el robo de bebés, que aparentemente conocía y dijo ignorar.
Mauricio es Macri.

En tiempos de confrontación electoral, Néstor Kirchner desnudó la identidad empresaria y neoliberal del jefe de gobierno porteño, recordando que "Mauricio es Macri". El personaje, de amarillo, sonreía beatíficamente junto a "Gabriela", que era Michetti.

Ahora parece haber comenzado una era de reconciliación entre el cristinismo y el macrismo. Si es así, debe haber razones políticas que expliquen ese giro. El jefe del PRO quiere que la nación no lo deje a la intemperie; necesita fondos para una ciudad que se cae literalmente a pedazos, como ocurrió con un edificio por tercera vez en un año. Por eso Macri y Federico Pinedo no repiten aquello de que iban a tirar a Kirchner del tren porque no lo aguantaban más.

Y del lado de la presidenta, ella quiere seguir con esa imagen de leona herbívora, que no pelea con nadie y tiene un millón de amigos. Ya mostró los suyos en Cannes: Barack Obama, Nicolas Sarkozy y otros mandatarios que cotizan en baja y otros que son bonos basura, como Silvio Berlusconi.

CFK quiere llevarse bien con la CGT y la CTA, pero sobre todo con la UIA y la Bolsa de Comercio, con los banqueros de ABA y Adeba, con la Federación Agraria y Coninagro, con la cámara de comercio de Estados Unidos (Amcham).

En ese marco no tenía nada de extraño que el gobierno nacional abriera un diálogo con la ciudad de Buenos Aires, no exento de diferencias. El objetivo presidencial sería engrosar las alianzas internas para poder hacer frente en mejores términos a la crisis internacional. Los signos de este nuevo tiempo son varios.

Hubo una propuesta de traspasar el Subterráneo a la ciudad, con la mitad del financiamiento habitual de 706 millones de pesos. El paquete iría con todas las obras que la nación hizo en este servicio y se efectivizaría desde el 1 de diciembre. "No estamos en condiciones de hacerlo en 20 días", exclamaron desde el PRO, pero la discusión está bien encaminada. Un detalle: cuando se habla de traspaso parecería que el subte es estatal y pasaría a la órbita municipal. Nada que ver: está concesionado a los privados de Roggio-Metrovías, que seguirán tomando las decisiones, lamentablemente.

El otro rubro donde quedaron a la vista las coincidencias fue en el consejo de la magistratura, donde el kirchnerismo - con el voto macrista - logró mayoría para proponer a cuatro jueces federales.
El enojo de Joaquín Morales Solá contra el PRO y Macri fue monumental. "Toda estrategia tiene un límite. Una frontera separa la presunta astucia de la ingenuidad política. Otra barrera, más firme e insoslayable, divide la necesidad política de la responsabilidad institucional", acusó la pluma amiga del genocida general Bussi.

¿Frenar la fuga o no?
Un tercer ejemplo de la nueva relación entre Balcarce 50 con Bolívar 1 es el voto de los diputados del PRO en la comisión de presupuesto, donde acompañaron el proyecto del FPV para 2012. Esto puede anticipar que lo votarían en general y luego objetarían determinados artículos, casi como si fueran aliados del gobierno (desde otro ángulo, muy diferente, es la táctica de Nuevo Encuentro de Heller y Sabbatella).

Estos nuevos aires menos "crispados" en política, ¿tienen probabilidad de perdurar y convertirse en el clima habitual? Pueden estirarse, en el mejor de los casos, hasta marzo próximo, cuando comience propiamente el año político 2012. Incluso pueden cortarse abruptamente antes, según evolucione la crisis económica internacional, con determinado impacto en nuestro país. En este caso las diferencias de diagnóstico y sobre todo de receta para actuar, podrían recobrar la agudeza y contraste de siempre. El macrismo, como se sabe, es un apéndice rioplatense del Partido Popular de España, de Mariano Rajoy y José M. Aznar. Lo que diga la derecha española, sus fundaciones y sobre todo el FMI y Banco Mundial, será palabra sagrada para el PRO, y afortunadamente hasta ahora eso no se repite en la cresta del gobierno nacional.

Pero por razonamiento erróneo propio y por la influencia de esas nuevas alianzas y amistades, nacionales e internacionales (caso de Obama) el círculo íntimo de Cristina ha manifestado públicamente que tiene decidido pagar los dos fallos adversos al país en el tribunal arbitral del Banco Mundial, Ciadi. Esto también amplía el piso de coincidencias con el macrismo, genuflexo como es del capital financiero internacional.

Aún si solucionara ese conflicto y pagara tan polémica factura del Ciadi, el gobierno argentino no se libraría de las críticas del imperio y de sus epígonos porteños, que ya abrieron otro frente de ataque. Clarín y La Nación han dedicado editoriales a criticar los posibles y futuros controles en las remisiones de utilidades y dividendos del capital extranjero. Se están adelantando a algo que el gobierno aún no decidió y que ojalá concretara, pues la fuga de capitales ha llegado a 90.000 millones de dólares desde 2003. Y hay que cortarla de una buena vez.

Marcelo Bonelli escribió el viernes en "Clarinete": "En una operación secreta, el gobierno les está exigiendo a las empresas multinacionales que frenen el giro de divisas a sus casas matrices. Las presiones oficiales están concentradas sobre las multinacionales de alimentos y las poderosas fábricas de automotores". El editorial de "Gaceta Ganadera", el mismo día, titulado "Iniciativas muy peligrosas", chantajeaba: "la posibilidad de limitar el giro de utilidades de empresas al exterior resultaría otro golpe a la seguridad jurídica".

Esto demuestra que con ciertos intereses monopólicos, nacionales y extranjeros, la política de reconciliación K no tiene mucho futuro. La pelea sigue latente, a la vuelta de la esquina.

Desde otro rincón absolutamente opuesto, el conflicto social también dice presente, con sus propios reclamos. El lunes no hay clases en las escuelas de la provincia de Buenos Aires y empieza la novena semana de paro en los hospitales de Córdoba. Los proyectos de presupuestos 2012, en la nación y las provincias, no son generosos con los empleados estatales, pese a que estos fueron parte importante del 54 por ciento. Si no los tienen en cuenta, habrá más conflicto social y la presidenta ya no podrá acusar a la "tendinitis" ni al Momo Venegas.

La Arena, 13 – 11 – 11

La Quinta Pata

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