domingo, 18 de marzo de 2012

Provocación contra los organismos de derechos humanos

Ramón Ábalo

"Estos delincuentes de saco y corbata, que defienden los derechos humanos de los asesinos, que son 400, cuando mataron a Matías, ni uno solo me llamó, ni uno solo, gritó (el padre de Matías) ante el micrófono. "La culpa no es de los policías, porque tienen las manos atadas; la culpa es de estos tipos que defienden a los asesinos, esa política no sirve porque matan a la gente que aporta a la sociedad. Pero, cuando matan a un delincuente, siempre los de los derechos humanos están detrás de ellos, por eso les digo basta, basta, basta, mierda". "Después que mataron a mi hijo (la madre), los de los derechos humanos hablaron primero con los hijos de puta estos". Transcripto del diario “El Sol”, del miércoles 14 del presente mes.

Lo peor no son estas expresiones provocativas de quienes, legítimamente se sienten doloridos y angustiosos por la pérdida violenta de un hijo, como lo fue Matías. Con excepción de una sola expresión, precisamente de quien esto escribe , los militantes de los organismos y sus conducciones, como también los abogados, han sido cautos en sus respuestas, incluso de expresiones que orillan la provocación ideológica y moral. Es lo lógico de quienes desde siempre se han manifestado con dureza solamente contra los genocidas de la dictadura cívico-militar del 76 y sus mentores civiles.
Sin embargo, una fuerte provocación ya es el anuncio de la llamada Multisectorial Social, que agrupa a organizaciones sociales, gremiales y políticas, cuyos discursos tienen como eje una fuerte oposición al kirchnerismo y a sus políticas. Esto provocó, hace ya un par de años, que ese sector se separara de las discusiones tradicionales que se daban ante la convocatoria de los organismos de derechos humanos a los efectos de tratar la programación de los actos para recordar y repudiar el golpe y sus consecuencias contra el pueblo argentino, como asimismo la exigencia de verdad y justicia . También se daba una discusión sobre los contenidos políticos que debía tener un documento único a consensuar. En general había acuerdo, en cuanto que el eje de la discusión transcurriera por los carriles de la programación de actos, pero con toda lógica, el contenido político, que para nada se trataba de eludir, los organismos lo centraban en una visión amplia a los efectos de lograr la adhesión del pueblo mendocino, pensara políticamente como fuera. Sin embargo, las discusiones empezaron a darse cuando las políticas de derechos humanos del primer gobierno kirchnerista empezó a ser expresada en un plano en que los organismos veían a tono con su larga lucha por esa verdad y justicia. Y, claro, hasta que paulatinamente en posteriores aniversarios se agudizó la discusión con posiciones encontradas entre un sector que pretendía una expresiva posición antigubernamental, mientras que los organismos y otras varias organizaciones, también sociales, gremiales y políticas, entendían – y siguen entendiendo – que el eje no debe ser pro o contra, sino en aquella línea abarcativa del más amplio abanico de las posiciones políticas del pueblo, y afirmadas en las exigencias de justicia y cárcel a los genocidas. Esto, simplificando, llegó al nivel de lo antagónico, que terminó con el rompimiento y la formación de rancho aparte del sector ultra.
Fue un rompimiento traumático, al menos para los organismos y los demás compañeros, pero hubo una especie de pacto no escrito en que ninguna de las partes dirimiría las diferencias con posiciones o acciones encontradas, ni difamantes ni violentas. Pero esto puede que, lamentablemente, se quiebre ante una flagrante decisión de esa Multisectorial en convocar un acto similar para el mismo día, a la misma hora, y en el mismo lugar, o sea el 24, a las 18:00 en San Martín y Peatonal, que ha sido y sigue siendo tradicionalmente el lugar de las convocatorias de los organismos. Lo que pueda ocurrir es impredecible, más cuando la composición de la Multisectorial es de los sectores que tienen una visceral oposición al oficialismo nacional y provincial. Una verdadera provocación que, como dicen extraoficialmente algunos militantes de los organismos, no vamos a responder en el mismo tono pero ello no nos impedirá rescatar lo que ya es parte de nuestro acervo tradicional y político. Sin embargo, desde los organismos se plantea hacer esfuerzos a hasta último momento para evitar consecuencias graves. Pero el ultrismo es impredecible.

La Quinta Pata, 18 – 03 – 12

La Quinta Pata

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