domingo, 25 de noviembre de 2012

Piden ayuda a Jesús para pagar el agua consumida en su sepulcro

Alfredo Saavedra

Una deuda millonaria tiene la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén para con la compañía del servicio de agua en esa ciudad, bajo control de autoridades dependientes del gobierno de Israel, lo cual ha hecho más difícil una gestión para conseguir la condonación del adeudo, ya que poco puede influir la figura del Mártir del Gólgota, si se tiene en cuenta que para los judíos no tiene la importancia que el cristianismo le atribuye.

La nota periodística que dio noticia del suceso, dice que Jesús tuvo el prodigio de caminar por sobre el agua y convertirla en vino, pero que ese vital elemento es ahora un dolor de cabeza para la iglesia, al encontrarse con el riesgo de perder ese servicio en el lugar donde se afirma fue crucificado, muerto y sepultado el Mesías.

La deuda por ese concepto tiene un monto de nueve millones de shekels, moneda local equivalente a 2,8 millones de dólares, en acumulación de pagos del servicio por varios años. El patriarcado de la Iglesia Griega Ortodoxa de Jerusalén, que tiene a su cargo la administración de la iglesia del Santo Sepulcro, declaró su imposibilidad de poner al día ese adeudo y en ese sentido no han tenido respuesta positiva gestiones en su favor ante el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ahora muy ocupado con los asuntos de la guerra con los palestinos.

Por el contrario de encontrar ayuda con las autoridades de Israel, los fondos bancarios del patriarcado han sido congelados en una confiscación que puede derivar en un problema que involucre a los sectores de la cristiandad en Jerusalén, en apoyo a la administración de la iglesia donde fue crucificado Jesús, que al quedarse sin dinero y sin agua, extremo al que puede llegarse, no tendrá más opción que cerrar sus puertas, en perjuicio de los beneficios que provee una constante corriente turística que visita el lugar.
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Esa iglesia se encuentra muy adentro de la vieja ciudad de Jerusalén y fue construida en el siglo IV bajo el mandato del Constantino el Grande, el primer emperador cristiano de Roma, cuya madre, la reina Helena, visitó ese sitio al que designó como el lugar de resurrección de Jesucristo. Principalmente ha sido desde entonces lugar de peregrinación de los creyentes cristianos, de quienes el patriarcado espera ayuda para apoyar la gestión, conforme acuerdo del ayuntamiento en el pasado, de exceptuar a la iglesia del pago del agua que recibe esa iglesia.

El patriarcado dice que confía en la intervención divina para la solución del problema, tal vez como lo apunta la nota de prensa, como el prodigio de la conversión del agua en vino, según la tradición religiosa que lo señala como el primer milagro de Jesús, cuando por petición de su madre, la virgen santísima, en las bodas de Canaán, hizo del agua vino para los comensales en esa fiesta, visto como un hermoso acontecimiento en la película La última tentación de Jesucristo, del prestigioso director Martin Scorsese, quien recreó una escena donde el Hijo del Hombre danza al compás de evanescente y sutil música, dando de esa forma un sublime toque de humanismo a la Historia Sagrada.

La Quinta Pata

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