Ramón Ábalo
Antes de finalizar definitivamente el escrutinio, las cifras disponibles reflejan un panorama cierto de ganadores y perdedores en estas nueva versión de las PASO. Al menos es real que Massa supera por 5 puntos al kirchnerista Insaurralde allá en la pampa húmeda, y aquí en Mendoza el Cobo ruralista y sojero, le dio una paliza al pejotismo menduco. En este último caso lo que se destaca es que la UCR ha salido del ostracismo, casi ya en los umbrales de la omisión definitiva. Y Massa ha hecho, hace y hará lo imposible para borrar sus huellas en el campo kirchnerista. Al abjurar fuertemente de ese pasado que lo tuvo en los faldones de la Casa Rosada por un tiempo, lo potabiliza para asumir representación en el campo del oscurantismo neoliberal que pretende reciclarse de lobo a oveja, pero la dialéctica de la historia lo condena. Y el rol que asume para catapultarse a ser candidato en las presidenciales del 2015, es convertirse en la quintaesencia, política e ideológicamente, de la patronal económica y financiera.
Pocas horas antes de la jornada electoral dominguera, Massa desgranó, en un copetudo banquete empresarial, su catecismo ideológico a tono con los objetivos hegemónicos de sus patrocinantes: -Seguridad jurídica para las empresas privadas - desideologización y desregulación - reformulación de alianzas internacionales - generación de confianza para atraer inversiones - superación de fricciones con "el campo". - mejora de la competitividad industrial tocando el tipo de cambio - mirar el futuro y no el pasado - volver a endeudarse en el mercado financiero - permitir que los bancos vuelvan a intervenir en el sistema jubilatorio - establecer una política de ajuste contra los salarios y el gasto público para combatir la inflación - luchar contra la corrupción - replantear la política energética - garantizar "la independencia de la justicia-
Está claro ningún ganador puede pedir un crédito y mandar hacer un traje a medida de sus ambiciones. Para nada, menos cuando las mismas cifras que los proclama triunfadores afirman también el liderazgo de la Cristina. En efecto, se gana en el conjunto de todo el país, y si las cifras se mantuvieran en octubre, se sumarían unos diputados más y un leve descenso en senadores, con lo que el Congreso de la Nación estará a disposición de las decisiones fundamentales que proyecte el Ejecutivo, como lo es hasta ahora.
Por su parte Cobos balbucea apenas algunos fragmentos de un catecismo del buen samaritano: "seamos buenos, no nos dividamos, miremos pa'delante, saludos a los adversarios, respetemos los anhelos de los productores (de soja)". Pero ojo! lo que esconde es lo que vale, y lo que se ve ese es ese pasado de contubernio con la Sociedad Rural, por ejemplo. Y eso lo condena.
¿Y por casa cómo andamos?
También en el aparato partidario del oficialismo, aquí en Mendoza, las fístulas propias han enfermado la lealtad. Y como resultado, falencias en la estrategia de la campaña publicitaria, que en esta primera etapa se redujo a una dubitativa expresión de "mendocinismo" y casi nada de cristinismo, como lo impusieron el vicegobernador Ciurca y el senador nacional Bermejo, de fuertes aristas no tan cristinistas. En verdad, alérgicos a la imagen nacional. Algo así como aquello del vandorismo: peronismo sin Perón. Y así les fue.
2 comentarios :
solo comparto la última parte.....algo pasó para que el puewblo reaccione así....merece otra reflexión....
comparto el articulo en su totalidad,pero tambien acuerdo que merece una reflexion a mi juicio de mayor profundidad porque ciertamente algo paso para que el pueblo reaccione de la manera que lo hizo . Me preocupa sobremanera una vuelta al pasado de derecha neoliberal .
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