Eduardo Paganini
Tema poco tratado en El Baúl es el que hoy ocupa su espacio: el de la salud pública, su prevención, su atención y el rol del Estado. Con este breve pero esencial Decálogo trataremos de neutralizar aquella carencia, sobre todo con la expectativa de que su mensaje vuelva a tomar presencia no solo en la opinión pública sino en el imaginario colectivo: una vocación cautelar en el crecimiento, nutrición, desarrollo y atención sanitaria de nuestros niños y niñas que deberían seguir siendo los únicos privilegiados, sin exclusión alguna.
1º. La atención integral del niño es nuestro principal interés.
2º. El quehacer asistencial estará guiado por el amor al niño.
3º. Siempre se considera el interés del niño y el respeto a su dignidad.
4º. Someteremos nuestra opinión y amor propio a la verdad científica.
5º. Toda duda que surja en la atención del niño será solucionada con las consultas necesarias.
6º. Nunca serán lesivas para el niño las prácticas de Docencia e Investigación.
7º. El niño incurable será también amado, respetado y cuidado.
8º. Se brindará la información adecuada a los padres, colegas y/o instituciones que intervengan en la atención del niño.
9º. El bien del niño guiará a los padres al otorgar su consentimiento.
10º. Curaremos a veces, aliviaremos frecuentemente y ayudaremos siempre al niño y su familia.
Fuente: Autores varios, Publicaciones de la Subsecretaría de Salud: Proyectos en Desarrollo, Mendoza, 1998, Ministerio de Desarrollo Social y Salud, Subsecretaria de Salud, Volumen 1 Nº 1.
Baulero; Eduardo Paganini
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