Hugo De Marinis
A finales de mayo del corriente año comenzó la transición hacia mi retiro como director/editor de “La Quinta Pata”. Otras responsabilidades y la posibilidad de inyectar sangre nueva al proyecto – no solo joven ya que los veteranos seguirán pisando fuerte – fueron las razones que motivaron esta decisión, consensuada con los colaboradores más cercanos de la revista. En el ínterin – junio y julio – Adriana Spahr donó su precioso tiempo para hacer más suave el traspaso. Mi gratitud más profunda a su generosidad, como asimismo a la del diseñador y administrador del sitio, Oscar Santin. También, un reconocimiento especial a la larga lista de escribas que nos honraron por cinco años largos con sus reflexiones y a aquellos que apoyaron sin reservas en este tramo temporario: el eterno militante de la vida, don Ramón Ábalo, Eduardo Paganini, Évelin Torre, Alfredo Saavedra, Rodolfo Ramos y Rolando Lazarte. No solo agradezco por lo hecho sino que celebro y aliento la continuidad de sus compromisos con la revista en la etapa que se abre.
Desde principios de agosto, la nueva directora/editora de La Quinta Pata es Évelin Torre, nuestra compañera de tareas a quien los lectores ya conocen por su agudeza y el sólido posicionamiento de sus colaboraciones, en sintonía con el tipo de escritura que ha procurado promover nuestra publicación desde el momento de su aparición. No me caben dudas que el cariz que ya pone en evidencia Évelin contribuirá a la prosperidad de la revista.
Para mí ha sido una experiencia invalorable de la cual no me pienso desprender así nomás. Continuaré cinchando desde la mesa editorial y trataré de imitar a los compañeros que colaboran con sus notas semana a semana.
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