jueves, 31 de enero de 2008

Último momento - Ya no son críticos los abogados de los derechos humanos

¿Ya no son críticos los abogados de los derechos humanos?
El subsecretario de Justicia, Diego Lavado, dijo que se subió a la función pública porque “no sirve sólo la crítica” y aseguró que los organismos en los que él estaba deben ser críticos con su gestión.

La crítica sola sin poder ejecutar las ideas y convicciones no sirve. Si uno no toma la decisión de comprometerse, ese lugar lo va a tomar otra persona que no tiene el compromiso, ni la capacidad, ni el conocimiento, ni el interés de resolver los problemas que planteamos.”
Es la síntesis más clara que brindó el subsecretario de Justicia, Diego Lavado, para explicar el aterrizaje de los abogados de los Derechos Humanos en el Gobierno y aceptar el desafío de la gestión pública.
Ahora, él junto a otros dos militantes de pura sangre, los abogados Pablo Salinas, titular de la Dirección de Derechos Humaos y Alfredo Guevara hijo, con un cargo clave relacionado con la cárcel, tendrán que lidiar con los problemas que antes viabilizaban en reclamos. Leer todo el artículo - Cerrar
Con los presos que siguen haciendo huelgas de hambre y cosiéndose la boca a los que antes ellos representaban, con las exigencias a la Provincia de la Corte internacional de Derechos Humanos, causa que ellos impulsaron, con los excesos y maltratos que persistirán en las cárceles, con las prioridades del Gobierno que no serán siempre las suyas y con la fatigosa lentitud del Estado.
Y también con los organismos de Derechos Humanos, detalle que a Lavado no le preocupa porque cree que estos no tienen que mezclarse con la gestión de Gobierno: “Deben olvidarse que los hemos representado. Si tienen que marcarnos diferencias y posiciones críticas cara a cara, deben hacerlo y públicamente y nunca perder su rol de control”. Entonces sentenció: “Deben seguir siendo el tábano que incentive al Estado a mejorar las cosas”.
Obviamente la afinidad y la comunión de ideas entre los funcionarios y las organizaciones es irrefutable. Como se diría en la calle, “son del palo”. Sin embargo al inicio de la gestión tuvo el primer encontronazo cuando los organismos de DD.HH. le exigieron la renuncia del subsecretario de Seguridad, Carlos Rico, tras acusarlo de haber ejecutado con un grupo de tareas varios secuestros ilegales en los años de plomo.

Aun así Lavado dice que “aunque ya no representamos institucionalmente a las organizaciones de Derechos Humanos, son nuestros amigos, hay una línea, un diálogo abierto”.

Y marcó el camino: “Acá venimos a hacer los cambios que junto a ellos hemos reclamado en años y que no han hecho porque no se ha querido”.

por Alejandro Gamero
Fuente: Diario Uno, Mendoza, 31/01/08

La Quinta Pata

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