Casi no hubo atención. La semana que viene hay huelga por 3 días. Los médicos hacen su propio paro y movilización.
Los acuerdos salariales logrados con los gremios parecían garantizar tranquilidad al Gobierno y atención en los hospitales hasta fin de año. Dos meses después la realidad es otra: consultorios vacíos, luces apagadas, trabajadores en la calle en reclamo de nuevos aumentos y personas a la espera de ser atendidas. El quiebre en la paz se dio principalmente por el impacto de la inflación.
Los trabajadores de la Salud continúan con la protesta para pedir la reapertura de las paritarias y la medida se sintió fuerte. Casi no hubo atención, se postergaron cirugías, se reprogramaron turnos y sólo se respondieron las consultas urgentes.
Ante la negativa del Gobierno a sentarse a negociar, los empleados de la Salud representados por ATE endurecerán las protestas. La semana que viene serán tres días de paro y movilización desde el miércoles 4 de junio y hasta amenazan con escraches a los funcionarios.
Pero la situación será más grave. Los gremios Ampros, Atsa y Sitea también llamaron a un paro total y una movilización para el jueves 5 de junio, apoyados por el Círculo Médico. Más allá de las internas gremiales que dividen las manifestaciones, el reclamo es el mismo: aumento salarial. El Gobierno había firmado un aumento del 21,5 por ciento con los gremios.
La gestión en Salud se complica para Jaque. En un par de meses debió resignar su proyecto de declarar la emergencia sanitaria, que luego mutó por el de "reestructuración" y aún no ha sido aprobada. Ahora la situación se agrava con las medidas de fuerza que prometen más conflictos para el Gobierno la semana que viene.
El más preocupado en lo inmediato es Cristian Racconto, pues la semana que viene Celso Jaque estará de viaje en México y el timón de la provincia lo tendrá el Vicegobernador.
Sin atención
Leer todo el artículo - CerrarCon resignación, las pocas personas que fueron hasta los hospitales de Mendoza ayer esperaban que sus casos fueran tenidos en cuenta como urgencias para ser atendidos.
Es el caso de Gimena Videla, que tenía turno en cirugía del hospital Notti para que atendieran a su niña de 7 meses."Vinimos con el turno y no había nadie; nos dijeron que no iban a atendernos por el paro. Creo que está bien que reclamen algo justo, pero a nosotros nos dejan sin atención", explicaba Gimena mientras esperaba en urgencias.
Ese hospital es el más sensible a las medidas de fuerza por tratarse del único centro público de pediatría. Allí en un día normal se atienden a 1.500 niños, entre turnos y urgencias. Ayer la cifra no llegó al 10 por ciento.
"La mayoría de la gente no vino; esta mañana sólo había 10 personas esperando y siempre hay más de 100", explicó una de las empleadas. La suspensión de los turnos incluyó casos de difícil postergación.
Los delegados gremiales aseguraron que llamaron a las personas que vivían en zonas alejadas y tenían turnos para avisarles que no asistieran por la medida de fuerza.
La medida convocada por ATE era en lo formal para hacer "asambleas", pero en realidad fue un paro de actividades. De hecho, la respuesta para los pacientes en los pasillos de los hospitales era ésa: "hay paro".
En el hospital Central la atención también estuvo restringida, pero los servicios críticos, como hematología, funcionaron casi normalmente. "Acá se atienden personas con enfermedades como leucemia y los médicos nunca abandonan a sus pacientes", aclaraba una de las pacientes. En el Lagomaggiore la situación era idéntica: empleados en asamblea y ausencia de pacientes.
La Salud fue uno de los sectores que más dolores de cabeza le trajo a la gestión anterior. Y todo comenzó de la misma manera: con medidas de fuerza progresivas que concluyeron en la parálisis de sistema de salud.
En el Gobierno aclararon que "no hay más recursos" y que se entregaron los aumentos que correspondía. "Pasó que el Gobierno incumplió y la inflación real superó todo el aumento anterior. Pedimos que se abran las paritarias. Si no, esto se va a agravar", aseguró Raquel Blas, que retomó su rol combativo.
Redacción La Quinta Pata y Los Andes, 30 – 05 – 08
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