sábado, 14 de junio de 2008

Decretan disolver una cooperativa de trabajo “trucha” del sector ajero

Colonia Barraquero contrataba irregularmente a los trabajadores de la firma Campo Grande

Es la Colonia Barraquero, que contrataba irregularmente a los trabajadores de la firma Campo Grande, reprimidos por reclamar.

La historia reciente se remonta a fines del año pasado, cuando un grupo de trabajadores de Campo Grande encabezó un reclamo por mejores salarios y condiciones laborales. Lo que en principio era un reclamo pacífico, terminó con represión policial, detenidos, un obrero muerto y algunas cuestiones al desnudo.

Pero la punta del iceberg de las anomalías que reveló el conflicto con la firma del empresario Adrián Sánchez fue el manejo irregular de las contrataciones por parte de las empresas, canalizado a través de algunas mal llamadas “cooperativas de trabajo”, y que lleva varios años.

La metodología permitía tercerizar la toma de personal, al que se le aplicaban descuentos jubilatorios nunca acreditados ni en Afip ni en Anses. Pero además, se renovaba la razón social de las mismas anualmente, una práctica útil para volver “a fojas 0” y, por lo tanto, “borrar” los aportes deducidos, y adeudados.

Ahora esa práctica empieza a derrumbarse, luego de que la Subsecretaría de Trabajo decretó el cese de actividad de la cooperativa Colonia Barraquero, prestataria de Campo Grande y otras grandes firmas de Rodeo del Medio y zonas aledañas, por uso fraudulento de ese tipo de esquema asociativo para obtener beneficios fiscales y laborales de sus clientes.

La medida se basa en una resolución nacional, la 807/2008 emitida por el Inaes (Instituto Nacional de Economía Social).

No obstante, la de Barraquero, última razón social conocida de esa organización, es una pieza de toda una maquinaria que puede empezar a desactivarse.

En base a la medida del Inaes, la Subsecretaría de Trabajo mantiene abiertos los expedientes de otras cuatro organizaciones ilegales, que podrían correr igual suerte en algunos días.

Causas y consecuencias
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Otro factor que terminó por consolidar la medida fue la denuncia contra Adrián Sánchez y su medio de tercerización laboral por trabajo infantil. Aun así, según Adaro, ya acumulaba varios expedientes que disparó una investigación de Afip.

Casi todas las pseudo-cooperativas, muchas vinculadas con Colonia Barraquero en un mismo grupo, cuentan con una doble matrícula nacional (indispensable, sin la cual no están reconocidas) y provincial.

Aunque las que están en la mira operaban sin una habilitación extra que se requiere en la provincia de Mendoza.

El entramado es mucho más amplio de lo que puede suponerse, e involucra incluso, según datos que se manejan en la investigación, a familiares de un magistrado provincial. Ahora, los pasos para disolver a las restantes pasan por concentrar causas entre el Ministerio de Trabajo y la Afip.

“Todos los empresarios que operan de este modo tienen que saber que están en infracción, y deberán pagar por cada empleado que tengan en tales condiciones”, enfatiza en tono aleccionador el subsecretario de Trabajo local, Mario Adaro. La referencia es al rango de multas previstas por ley, que van de $ 3 mil a $ 5 mil por trabajador.

Barraquero tiene unos 17 mil asociados en distintos puntos del país. Menos de la mitad son trabajadores de la agroindustria mendocina, a los que se les abre la puerta del blanqueo laboral o el traspaso a cooperativas legalmente en regla.

Resultados de la lucha

Celeste Álvarez fue una de las obreras que participó de la protesta. Sorprendida y emocionada por la novedad, dice que, pese a todo, con sus compañeros de lucha que fueron despedidos siguieron adelante.

“La empresa presentó un amparo y no se podía hacer nada hasta ahora. Pero nosotros seguimos tratando de concientizar a la gente de que no podían seguir trabajando así”, resume.

Muchos de los que empezaron la temporada en Campo Grande terminaron en Sanes (de Antonio Sánchez, familiar de Adrián), aunque bajo la figura de otra cooperativa, Nueva Este.

Y todavía esperan recuperar el 5% por quincena que se les retuvo durante los últimos años.

Tampoco faltaron las represalias. Fabián Bravo y José Soto, compañeros de Celeste, presentaron un recurso de amparo para lograr su reincorporación. Pero las condiciones no fueron las mismas. José lo rechazó, y Fabián ahora trabaja días corridos, sin descanso, en la descarga de papa. Carina, hermana de José y quien denunció a la firma por ejercer el trabajo infantil, también terminó despedida.

“A nosotros nunca nos dieron trabajo en ningún otro lado. Quiera Dios que la temporada que viene podamos trabajar”, dice Celeste, en nombre de una lista de 35 desempleados. “Fue una situación triste, pero nunca vergonzante. Yo no me arrepiento de nada, peleamos por nuestros derechos”, concluye.

Miguel Ángel Flores, Los Andes, 14 – 06 – 08

La Quinta Pata

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