Alberto Atienza
Productos lácteos chinos adulterados, perniciosos para la salud, en especial para los niños, decomisan autoridades sanitarias. Y Doña Pancha, que no se pierde ni una noticia, le comenta a su vecina entre mate y mate: "A nosotros grandes productores, los chinos nos mandan leche y encima, contaminada. Es una vergüenza, para ellos por el tóxico asesino que le agregan y para nosotros. Importar leche, habrase visto"
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Cortaron las rutas los señores del agro de la Argentina, secundados por pequeños productores y obreros, a los que no les quedaba más remedio que seguirlos en la "patriada". Se convirtieron en estrellas de la TV. Pontificaron horas y horas en todos los medios de difusión de la Argentina. Y hasta consiguieron un aliado poderoso, el vicepresidente Cobos, que recordó con su actitud por la negativa al tema del traidor y el héroe tan bien tratado por Borges. Cortaron las rutas y generaron desabastecimiento, perjuicios gravísimos para pequeñas empresas y contribuyeron a una creciente inflación que el INDEC niega con sus guarismos surrealistas pero que el ama de casa registra a diario. Y ahora amenazan con cortar otra vez las rutas. Doña Pancha leyó los anuncios, los escuchó por radio. Que si, que no. Que cortarán. Que ya veremos.* * *
"Me acuerdo" le contó Doña Pancha a Tía Pepa, que cabeceaba al lado de ella, soñando con su viejito fallecido en los 80, "de los camioneros franceses. Hicieron un reclamo a lo argentino, con cortes de rutas. Cayó la fuerza pública, les incautaron los camiones y les metieron unas dolorosas multas en euros. Los más revoltosos, marcharon presos. Porque en Francia cortar los caminos públicos es delito" finalizó Doña Pancha."Acá también es delito" le apuntó Tía Pepa y se durmió de nuevo sentada, bamboleándose lentamente.
"¿Y entonces?" se preguntó Doña Pancha.Leer todo el artículo
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