Emir Sader
La Unasur (1) debería convocar de inmediato a una reunión de carácter extraordinario para discutir de qué forma los países del continente deben reaccionar de cara a la crisis internacional. No hay otra posibilidad que no sea la de profundizar los procesos de integración, para disminuir la fragilidad y los riesgos de la región frente a la crisis instalada en el centro del capitalismo y que pretende hacer que los pobres de cada país y las naciones periféricas al sistema paguen el precio de los remedios para caballo que los gobiernos centrales han puesto en práctica.
Una serie de supuestos, consensuados, requieren que nuestro continente fortalezca sus mecanismos de defensa ante la crisis internacional. La misma está caracterizada claramente como el resultado de la parranda especulativa de los países centrales del sistema, en particular Estados Unidos. La desregulación financiera es la fuente de esa gigantesca burbuja especulativa. Desregulando –según las fórmulas del Fondo Monetario Internacional (FMI), de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y del Banco Mundial (BM)– se promovió rápidamente la hegemonía del capital financiero, bajo su forma especulativa, al propio tiempo que se propició la libre circulación de capitales.
Los resultados saltan a la vista: los países que participan de los procesos de integración regional en América Latina están menos expuestos a la crisis porque incrementaron el comercio y los intercambios entre sí, porque diversificaron sus relaciones internacionales. En el presente se trata de dar nuevos pasos para no quedar como víctimas pasivas de la crisis.
Llegó la hora de acelerar la profundización del proceso de integración. Es momento de avanzar en la construcción del Banco del Sur, con dirección a la creación de una moneda regional común, de un banco central único, de arbitrar mecanismos de control a la circulación del capital financiero, de protección de los mercados internos, de marchar hacia políticas económicas conjuntas, de desarrollar proyectos de integración industrial y tecnológica, de elaborar un plan de desarrollo para el área. Ésa debe ser la respuesta latinoamericana a la crisis, con fortalecimiento de los mecanismos de integración –diversificando sus relaciones internacionales–, de desarrollo de los mercados internos de consumo, acentuando la coordinación de los sistemas bancarios y financieros de los países de la Unasur.
Leer todo el artículo
No hay comentarios :
Publicar un comentario