miércoles, 22 de octubre de 2008

Paraguay: el Plan Cóndor y los Archivos del Terror, un antídoto contra las dictaduras

Archivos del terror

Guillermo Lipis

Los "Archivos del Terror", hallados hace 16 años en Paraguay y que registran el control y la represión ejercida por las dictaduras latinoamericanas, continúan siendo uno de los centros de documentación más importantes a la hora de entender los mecanismos de funcionamiento del llamado "Plan Cóndor".

El "Plan Cóndor" no quedó registrado en un manual de estilo o de operaciones sino en informes y documentos esparcidos por el continente por lo que hasta hoy, en los países donde tuvo vigencia, se siguen buscando papeles que vinculen el accionar de cada sistema de represión local.

Los responsables de las dictaduras en cada país donde se aplicó afirman que los documentos fueron destruidos. Sin embargo, ningún organismo de derechos humanos lo cree y continúan la búsqueda con el objetivo de arrojar algo más de luz sobre la construcción de algunos aspectos de la historia aún pendientes.

Es así que finalizada la dictadura de Adolfo Stroessner en Paraguay, el periodista y abogado Martín Almada decidió regresar a su país, y a pesar de haber sido torturado, padecido la disgregación familiar, la muerte de su esposa y el exilio, decidió rearmar su vida en el lugar que lo vio nacer.

Reclamó, entonces, su "ficha" registrada por la dictadura stronista, pero ante la negativa policial de aportar la documentación por "no contar con antecedentes" solicitó -ante el juzgado penal de Asunción- el allanamiento del Archivo Central de la Policía.

Como en otros casos un llamado anónimo denunció que el 'expediente Almada' estaba oculto en dependencias de una comisaría en las afueras de Asunción.
En la mañana del 22 de diciembre de 1992, casi cuatro años después de la caída de Stroessner, el destino interpondría un acto de justicia ante Almada, los defensores de los derechos humanos y la memoria.
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Ese día el juez de turno, José Agustín Fernández, acompañado por otro juez -Luis María Benítez Riera- custodiados por la Policía y rodeados por un enjambre de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión se apersonaron en una dependencia policial de Lambaré, a escasos kilómetros de Asunción.

Ingresaron a la repartición y ordenaron la apertura de una habitación donde se toparon con una desordenada montaña de papeles, libros, carpetas, fotos, fichas y prontuarios.

Gracias a la esposa de un policía, cuyo nombre se mantiene hasta hoy en un estricto secreto, Almada logró que la justicia se tropezara con mucho más que papeles viejos: "encontramos -afirmó- documentos reveladores de la represión en Paraguay bajo la dictadura de Adolfo Stroessner y del Plan Cóndor".

Este material, de valor incalculable, aún está siendo clasificado bajo la tutela del Poder Judicial paraguayo.
Rosa Palau, Co-Directora del Centro de Documentación y Archivo para la Defensa de los Derechos Humanos -CdyA-, verdadero nombre de los 'Archivos del Terror', explicó a Télam por qué, en los registros del stronismo, se encontraron materiales vinculados al "Plan Cóndor".

"Stroessner ponía como jefes policiales a militares que eran el nexo entre el aparato represivo y de control interior con los ejércitos de la región", explicó Palau.

Detalló que "con ellos intercambiaban información de las personas que debían ser vigiladas. Por eso en los archivos hallados en Lambaré había material que relaciona la represión y la inteligencia ejercida por las fuerzas de seguridad de otros países latinoamericanos".

Estos documentos, producto de la forma desordenada en la que se hallaron (en muchos casos son hojas sueltas sin fecha, referencias o carátulas) connotan la persecución o el trabajo de inteligencia realizado por los paraguayos u otros servicios de la región.

En todo caso, más allá del estado de los mismos, el trabajo que está realizando el CdyA es encomiable a los efectos de preservar la memoria y conocer más sobre los sistemas de control, represión, desapariciones e intercambio de información y personas.

Palau precisó que "la documentación hasta ahora catalogada y digitalizada es de 1.138 documentos de identidad, 2.876 fotografías, 60.928 informes y registros, 990 libros incautados y 336 cintas magnetofónicas".

La funcionaria agregó que "este archivo no es sólo nuestro sino de todas aquellas personas que han sufrido represión y cuyos nombres se encuentran registrados en el CDyA".

"Estamos para aportar información a los investigadores que la necesiten para que con el ejercicio de la memoria las dictaduras no vuelvan a repetirse", concluyó Palau.

Mercosur Noticias, 22 – 10 – 08

La Quinta Pata

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