Ing. Fernando Esteban Lozada
*Construyendo una ciudadanía tolerante y racional.
5, 6 y 7 de Diciembre del 2008
Sala G. Nachman, Teatro Auditorium
Boulevard Marítimo 2280, Mar del Plata, Argentina
En el mundo cada día somos más los que asumimos nuestra falta de fe, elegimos vidas desprovistas de misticismos y argumentos sobrenaturales de cualquier índole. Nos conocen principalmente por el nombre de ateos o agnósticos.
El hombre siempre ha tenido la necesidad de formular preguntas acerca de su origen, existencia y trascendencia. En épocas pasadas la falta de conocimiento y método llevó a la humanidad a buscar refugio cognoscitivo en las religiones. Hoy la ciencia, al no creer en un ser superior o cualquier otra hipótesis metafísica, le da herramientas cada vez más sólidas, para comprenderse a sí mismo y al universo haciéndolo libre de dogmatismos atávicos.
Los ateos no podemos negar que la mayoría de la humanidad es creyente, y si bien preferiríamos un mundo libre de pensamiento mágico, vivimos en uno que no lo es y cada quien tiene derecho a conducir su vida basado en el argumento que prefiera. Es por eso que es fundamental la tolerancia, y aunque nuestra actitud frente a la vida es todavía minoritaria tenemos derecho a pensar y expresarnos en voz alta, sin que esto se sienta como un ataque.
Quienes somos parte de este congreso tenemos la moral fundada en el más profundo Humanismo, por lo tanto en la libertad, que es una invitación a cuestionar, para no estar atado a voluntades e ideas ajenas y propias; en la Tolerancia hacia los hombres, las ideas no se deben tolerar pasivamente, se deben analizar; en la Razón con la cual atacamos las ideas, y si ellas soportan el embate serán bienvenidas, porque ese es nuestro método para investigar la Verdad. Si el ataque a una idea ya sea filosófica o religiosa es ofensivo, entonces quiere decir que ese abstracto se transformó en un tumor social, que cuando queremos tocar o remover se vuelve doloroso.
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