viernes, 28 de noviembre de 2008

Organismos de derechos humanos mendocinos escracharon a camaristas federales que liberaron a represores

Familiares de detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar

Catherina Gibilaro
Un duro ataque lanzaron ayer contra la Cámara Federal de Apelaciones Mendoza los familiares de detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar por haber liberado a todos los acusados de delitos de lesa humanidad.

El blanco de las fuertes críticas fueron los camaristas Julio Petra, Alfredo López Cuitiño y Carlos Pereyra González, quienes hace algunos días dejaron libres a los dos últimos detenidos por delitos que son imprescriptibles: los comisarios Eduardo Smaha Borzuk y Armando Fernández.

Ambos formaban parte del temible D2, el Departamento de Inteligencia de la Policía de la provincia, por el que pasaron varios mendocinos de los que luego nunca más se supo.

Smaha fue liberado el 12 de este mes, mientras que Fernández quedó libre el 17. Ambos estaban detenidos y procesados por disposición del juez federal Walter Bento.

Los delitos de lesa humanidad que les endilgó el magistrado fueron por el asesinato del escritor y dirigente montonero Francisco Paco Urondo y la desaparición de Rosario Aníbal Torres y Juan Domingo Britos.

La manifestación de ayer contó con dos particularidades: una pancarta con las fotografías de 75 de los más de 200 desaparecidos en Cuyo y, como corolario, otra pancarta con el rostro de los tres camaristas que posibilitaron todas las libertades, con sus respectivos nombres y apellidos.

Abajo, una leyenda esgrimía: “Estos camaristas liberan a los asesinos de la dictadura“.

La bronca de los familiares
Ramón Ábalo, de la Liga Argentina de Derechos del Hombre, desafió a los magistrados federales, diciéndoles que “así como pudimos tirar abajo la dictadura, seguiremos acá hasta que se haga Justicia“. De fondo se escuchaba la canción La memoria, de León Gieco.
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Ábalo indicó además: “La calentura que tenemos no es por la temperatura, sino por todo lo que nos hacen estos camaristas. Hace 32 años que venimos bregando para que haya verdad y justicia. La impunidad está en todos estos fiscales y camaristas de Mendoza, donde no hay Justicia”.

Entre los familiares de los desaparecidos estaba la madre de Lila De Marinis, María Isabel Figueroa de De marinis, quien con sus 90 años y no obstante la alta temperatura imperante durante la manifestación no se movió de allí. Convencida, dijo: “Mi hija lo vale”, mientras se secaba la transpiración de su frente y respiraba no sin poca dificultad.

A su turno, el hermano de Adriana Bonoldi , Nino, leyó un documento que fue entregado al Gobierno provincial y nacional, como asimismo al Poder Legislativo, en el que se hace hincapié en la “impunidad en la Justicia federal de Mendoza“.

Tras dar la nómina de todos los militares y policías liberados por la cámara, Bonoldi responsabilizó a esta porque, aseguró, al dictar estas libertades “dejó en estado de desprotección y peligro constante a testigos, sobrevivientes, familiares, abogados y querellantes, cuyo testimonio es la prueba fundamental en estas causas por las que están expuestos a sufrir ataques de estos personajes, entrenados para actuar con total impunidad, lo que ha quedado demostrado con la desaparición de Julio López”.

Concluyó indicando que la próxima reunión será dentro del tribunal, “donde se atrincheran estos camaristas detrás de sus escritorios”.

Diario Uno, 28 – 11 – 08

La Quinta Pata

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