Leopoldo Brizuela
*
“Cuando trabajo no pienso en un tipo de lector porque eso te paraliza”.
La primera imagen“Siempre hay una imagen que te sorprende porque parece que cifra por sí misma algo, como si fuera una palabra todavía no pronunciada. Y esa imagen me va obsesionando y está siempre ahí. Le invento un pasado y un futuro. Incluso, sin demasiada voluntad, se me va armando. Lo que pasa es que esa primera imagen se va ramificando en otra. Y empiezo a escribir cuando a esa imagen se le une otra que es como el final y le da sentido”.
Cuándo la imagen se vuelve novela“Hay muchas imágenes stand by que quizá no escriba nunca. Recuerdo cuando leí una biografía horrible de Ceferino Namuncurá escrita por curas. Y ahí me quedó una imagen que era: ¿Qué gusto tiene la carne humana?´. Concentraba algo esa pregunta que me hizo escribir. Igual, es muy difícil desandar el camino de una novela porque lo que escribís borra siempre lo que tenías en la cabeza”.
Cómo escribe“Escribo una primera versión muy rápida y absolutamente ilegible porque lo que más me interesa es la arquitectura. Una estructura en la que voy a poder profundizar y pulir. Mis novelas son bastante largas, y escribo así porque quiero conocer la arquitectura. Después hago un trabajo de bordado sobre ese bastidor, de relleno y corte. Y en eso tomo muchas notas: el cuaderno de notas termina siendo más grande que la propia novela. Pero lo que quiero decir con la novela ya está en el primer paso. Y también me sirven algunos datos, como que una playa es de canto rodado y no de arena. Eso sólo se sabe investigando y te da una idea porque sirve como un poderosísimo disparador de la imaginación”.
Método de escritura Leer todo el artículo“Escribo todas las mañanas en mi casa. Inglaterra fue la primera y última novela que escribí directamente en computadora. Después volví al manuscrito para la primera versión, y luego paso bastante e imprimo. Necesito una disciplina”.
Quién lee sus libros cuando los termina
“Trato de no pensarlo porque me influye mucho. Aunque cada uno tiene su proceso y no es trasladable: depende de la personalidad y del tipo de escritura. Hay dos cosas que influyen negativamente. Una es leer otra novela. Esto es bastante común en todos los novelistas que conozco. Otro universo te pierde, y creo que es algo del orden cognitivo o casi cerebral porque uno necesita vivir en el mundo que escribe. Yo sé que todas las mañanas entro en un mundo distinto con sus propios rituales. Y hay una serie de ritos que son pavadas pero muy necesarias: hacer el mate, recibir mails, hasta que conectás con la creación de ficción. Yo maldigo bastante al que me interrumpe porque cualquier cosa la altera. La otra cosa que perturba es la opinión de los otros, así que trato de no dar a leer hasta que termino”.
Escritor fantasma
“Hice libros por encargo, pero no de ficción. He sido ghostwriter. También cada cosa que escribía para los diarios era por encargo, pero decidí retirarme de los medios y de la crítica de libros porque te obligan a definirte y eso es lo peor que puede pasar”.
Lector
“No pienso en un tipo de lector porque paraliza. Sea favorable o desfavorable. El primero porque quiere que te repitas y el segundo por razones obvias. Tengo en cuenta un lector hipotético porque soy consciente de cómo dispongo las cosas para que sean leídas, pero no hay un lector concreto”.
Expectativa ante la editorial
“De una editorial espero que sostenga el libro y lo mantenga en un catálogo. Odio la no política de catálogo. Yo por suerte zafé con las editoriales que me tocaron. Hay muchas que a los tres meses te llevan a Corrientes, y tu libro ya no está más online, como si no existiera”.
*Leopoldo Brizuela (La Plata, 1963). Es escritor y trabajó como periodista cultural. Entre sus libros están Tejiendo agua e Inglaterra, una fábula (novelas) y Los que llegamos más lejos (relatos).
Crítica digital, 10 – 11 – 08
La Quinta Pata
No hay comentarios :
Publicar un comentario