Lucas Tabeada
Las aguas bajan de las altas cumbres tunuyaninas y decenas de familias deciden conectarse con al naturaleza. Los glaciares del Valle de Uco aún están dispuestos a compartir sus tesoros con nosotros.
Los transeúntes que iban eligiendo diversos lugares a lo largo del arroyo disfrutaban de la brisa, del canto de los pájaros, del movimiento de las nubes, de los juegos de mascotas y de los niños correteando sobre la montaña imponente que brinda sinfonías de sonidos de la fauna y aromas exquisitos de la flora.
Al mismo tiempo, durante el mismo fin de semana otra gran cantidad de personas que provenían de todas partes del país se manifestaban en la ruta 40 a la vera del río Tunuyán en defensa de esa agua pura.
Miles de personas disfrutan cada fin de semana como este último en distintos arroyos del Valle de Uco, compartiendo momentos únicos con la familia, trascendiendo el tiempo dejándolo de lado para hacerse naturalmente hombres puros en contacto con los materiales burdos de la naturaleza material: el aire, el agua, el éter, la tierra y el fuego en un entorno único. Uno de los visitantes decía sentirse realmente vivo en ese paraje que lo conectaba directamente con la naturaleza.
Quizás por ignorancia o por amnesia o por el simple hecho de disfrutar el aquí y ahora no nos preguntemos que pasaría si emprendimientos multinacionales tienten con su poder económico a cualquiera que haya sido electo representante del pueblo y este como es costumbre en los últimos tiempos traicione a quien representa para trepar en la escala política o llenarse los bolsillos y tomarse un buque a cualquier otro lado.
Total el pueblo puede seguir refrescándose pero no en un arroyo sino que tendrá que hacerlo con la bebida que tenga que pagar. Porque el agua de los arroyos la estará ocupando arriba las corporaciones que quieren extraer oro, plata y cobre haciendo enormes cráteres en la montaña.
Eso por ahora no va a pasar por que la provincia de Mendoza cuenta con la ley 7722. Pero habrá que ver para quien esté electo de turno representando al pueblo si sus acciones son consecuentes con lo que quiere el pueblo.
Por suerte estamos en democracia y es un tema que podemos debatir y dialogar y para que no se convierta en demagogia los representantes deberían consultar a las distintas organizaciones, uniones vecinales y distintas asociaciones representativas antes de tomar una decisión como fue el veto de la ley de glaciares.
El Arroyo Grande de la Quebrada, o también conocido como Arroyo Grande del Manzano, tiene una pendiente muy pronunciada, haciendo que la velocidad del agua sea muy alta, y eso hace que al chocar con las piedras que se encuentran en su curso, que son muchísimas, se transforme el arroyo en un lugar muy espumoso, y con mucha rapidez.
Las piedras son utilizadas por los visitantes también para hacer pequeñas piletas para sumergirse en un agua fresca y pura directa de glaciar.
MDZ Online, 13 – 12 – 08
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