Plan anti ¿crisis?

Fabiana Arencibia

Para “salvar” fundamentalmente a las empresas que durante cinco años se han beneficiado con el modelo económico, el gobierno lanzó el plan anti “crisis”.

La Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado el llamado plan anticrisis del Gobierno nacional. Son 48 artículos en los que se establecen la creación del “Régimen de normalización Tributaria, Promoción y Protección del Empleo registrado con prioridad en Pyme, y Exteriorización y Repatriación de Capitales".

El plan consiste en destinar 13.200 millones de pesos en créditos para la compra de electrodomésticos, autos cero kilómetro, utilitarios y camiones; y para pre-financiar exportaciones y capital de trabajo para la industria y el sector agropecuario.

Además, incluye una moratoria por deudas impositiva y previsional con condonación de intereses y multas. Para el caso de relaciones laborales las medidas prevén que quienes registren o rectifiquen la real remuneración o la real fecha de inicio de sus trabajadores – hasta diez – serán liberados de infracciones o multas.

Por último, decreta un blanqueo de capitales tanto para divisas y demás bienes, dentro y fuera del país, sin que sus declarantes tengan que explicar ante la AFIP ni cuándo ni cómo los obtuvieron. Según estimaciones del INDEC, entre ambos conceptos habría alrededor de 150.000 millones de dólares.

¿A quiénes benefician estas medidas y quiénes seguirán bancando una crisis que se profundiza con la situación internacional pero que se fue gestando con un modelo que básicamente no ha tocado los intereses económicos del capital concentrado y transnacional?

Desde que se inició la gestión kirchnerista el grueso del crecimiento industrial lo aporta la industria automotriz. En los primeros nueve meses de este año, los principales productos exportados -según su valor absoluto- fueron del agro, petroquímicos y automóviles.

La Asociación de Fábricas de Automotores – ADEFA – informó que la producción automotriz y la venta de unidades nuevas bajaron alrededor de un 26 por ciento en noviembre. Sin embargo en lo que va del año la fabricación se incrementó un 15,5 por ciento (570.370 unidades), las ventas locales aumentaron casi un 12 por ciento (576.089 unidades) y las exportaciones acumularon una suba del 15,8 por ciento respecto de igual período de 2007.
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Otros actores siguen en escena: los bancos, que se preparan para administrar los 13.200 millones de pesos que serían repartidos en créditos.

Decimos que “siguen” porque han tenido grandes ganancias y además cuentan con el resguardo de las reservas del Banco Central por si no les fuera tan bien en el negocio financiero.

Los bancos, que ganaron 410 millones de pesos en septiembre, acumularon una rentabilidad de 3.500 millones en los primeros nueve meses del año, según informó el Banco Central.

Sin embargo son estos mismos grupos económicos que despiden personal “por las dudas”, para no tener que resignar ganancias ante ¿la crisis?

Un informe del Ministerio de Trabajo detalla que más 14 mil personas fueron suspendidas o despedidas en los últimos dos meses en el país como consecuencia de la crisis mundial. En un cómodo primer puesto aparece la industria automotriz luego de 5 años de crecimiento sostenido.

Por su lado, la CGT (central obrera) tiene datos sobre más de 2 mil despidos en la industria automotriz, más de 3.800 cesantías y 4.500 suspensiones en diferentes rubros del sector metalúrgico. También, los bancarios han denunciado que las entidades financieras privadas despidieron en forma "encubierta" a más de 1.500 empleados entre septiembre y noviembre últimos.

Algunos nos preguntamos si las ganancias de estos sectores – que se beneficiarán con las medidas anti “crisis” - se terminan invirtiendo en el país.

Durante el tercer trimestre del año se produjo una importante salida de capitales por unos 6.000 millones de dólares, totalizando unos 25.000 millones de dólares desde mediados de 2007, al inicio de la crisis internacional.

Mientras, el plan anti “crisis” no contempla la otra crisis, la de los que pagamos aumentos en los productos de la canasta básica de alimentos de casi un 40 por ciento, la de 4 millones de trabajadores "en negro", la de más de 12 millones de pobres y 4 millones de indigentes (de los cuales la mitad son niños, niñas y jóvenes menores de 22 años), la de 1.200.000 ciudadanos que no estudian ni trabajan (4 de cada 10 desocupados tiene menos de 24 años).

Esa sigue siendo la deuda interna de un sistema político, económico y social- el capitalismo- que nunca va a derramar hacia “los de abajo”, sino concentrar riqueza hacia “los de arriba”.

Red Eco, 11 – 12 – 08

La Quinta Pata