La presidenta del organismo, Estela De Carlotto, oficializó hoy la recuperación de una nueva nieta, quien es la hermana de su secretaria, y que fue sustraída en 1977 de una pareja de militantes montoneros. “Estamos muy contentos y nos da alegría que la Presidenta reivindique esta lucha”, declaró.
Una niña nacida en cautiverio durante la última dictadura militar se reencontró hoy con su hermana, tras 30 años de búsqueda, en inmediaciones del despacho de la jueza federal de San Isidro Sandra Elizabeth Arroyo Salgado, quien comunicó ayer la verdadera identidad a la joven, indicaron esta tarde a Télam fuentes judiciales.
Los informantes indicaron que se trata de la hija biológica de Beatriz "Tina" Recchia y Antonio Domingo García quien fue sustraída en enero de 1977, en Villa Adelina, en un procedimiento en el que las "fuerzas de seguridad" asesinaron al hombre y secuestraron a la mujer simulando un supuesto "enfrentamiento".
"Tina" fue conducida a Campo de Mayo donde dio a luz a la niña que fue inscripta como hija de Luis José Ricchiuti, miembro del Batallón 601 de Inteligencia quien "con el retorno de la democracia se amparó en su condición de agregado cultural en Italia para tomar distancia", explicaron las fuentes.
En el procedimiento también fue secuestrada la otra hija del matrimonio, Juliana Inés García Recchia, por entonces de cuatro años, quien días después fue restituida a sus abuelos y que "desde hace años viene bregando por la búsqueda de su hermana", indicaron las fuentes que comentaron que "este mediodía se produjo el encuentro entre ambas que culminó con un intenso e interminable abrazo".
Los informantes ponderaron "la veloz y eficaz intervención del Banco de Datos del Hospital Durand", que realizó los estudios de ADN que permitieron que la joven conociese su verdadera identidad", así como la búsqueda de Juliana que "intervino en numerosas recuperaciones de menores con la abnegada colaboración de la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo".
Testimonios recogidos en la investigación acreditan que la madre de la joven "compartió su lugar de cautiverio con las hoy desaparecidas Norma Tato y Mónica Quintela, quienes también se encontraban embarazadas, junto a los sobrevivientes Beatriz Castiglioni y Juan Carlos Scarpatti cuyos testimonios fueron claves para esclarecer el caso.
"La historia encontró su mejor desenlace en el mediodía de hoy, cuando luego de haber culminado con las diligencias judiciales, (ambas hermanas) se encontraron a pocas cuadras del juzgado en un abrazo que ellas mismas calificaron como ’intenso e interminable’", explicaron las fuentes.
Del expediente judicial se desprende que la testigo Norma Tato quien compartió el ilegal cautiverio con Beatriz, a su vez, es la madre biológica de Pablo Hernán, el menor sustraído por el médico Norberto Atilio Bianco, quien ya fue condenado por la jueza Arroyo Salgado por aquel hecho.
Télam, 14 – 02 – 09
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