sábado, 14 de febrero de 2009

El Partido Comunista de Nariño llama a luchar contra planes militaristas de Uribe en la región

Helicóptero sobre Colombia

Para los lectores de ANNCOL de todo el mundo, un punto de vista sobre los dolorosos hechos del sur de Colombia. Muchos alegremente, sin pruebas ni cadáveres visibles, acusan irresponsablemente a las Farc.

El Partido Comunista Colombiano-regional Nariño, denuncia y se opone a la iniciativa del presidente Uribe de establecer en la frontera colombo ecuatoriana un comando militar unificado de los departamentos del sur y una nueva brigada militar para Nariño.

La dinámica geopolítica latinoamericana ha llevado a que el gobierno del presidente Uribe mire las fronteras no como zonas potenciales de desarrollo, sino como zona de guerra, como territorios desde donde se desarrollan y proyectan los planes de control militar, político y comercial de los Estados Unidos sobre América Latina.

Las soluciones que da el presidente Uribe a los graves problemas de pobreza extrema, de subdesarrollo y atraso económico y social de nuestro departamento, son basadas en medidas militaristas y armamentistas, como la creación del Comando Conjunto del Sur Nro. 3, que unirá a la Sexta División del Ejército colombiano ubicada en Florencia (Caquetá), la Fuerza Naval del Sur ubicada en Puerto Leguizamo, el Comando de la Base de Tres Esquinas y la apertura de una nueva Brigada permanente del Ejército que sería la número 23, proyectada para ser inaugurada e iniciar operaciones el 21 de febrero, en Pasto (Nariño), con el apoyo de 26 embarcaciones livianas de combate, 7 naves medianas y una nodriza artillada.

A toda esta locura militarista Uribe le sumará 27.000 hombres más dedicados a fortalecer la guerra contra los indígenas, los campesinos y afro nariñenses que habitan en los 640 kilómetros de frontera colombo ecuatoriana. Nariño se convierte así, por cuenta de la “seguridad democrática”, en territorio clave para el fortalecimiento de una política agresora que busca imponerle a nuestro pueblo a sangre y fuego un modelo económico expoliador, acumulador y destructor de nuestros recursos naturales, que amenaza el proceso democrático que hoy construye soberanamente el pueblo ecuatoriano con el Presidente Correa a la cabeza, cuando sitúa al estado Colombiano al igual que Israel o Pakistán como aliado privilegiado para promulgar la hegemónica planificada desde Washington.
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Estas decisiones déspotas del presidente Uribe agravan y profundizan la crisis humanitaria que ya sufre el pueblo nariñense, cuyas consecuencias generan condiciones propicias para mayores violaciones de derechos humanos. En esta perspectiva se aumentarán los casos de ejecuciones extrajudiciales mal llamados “falsos positivos” y la población civil se encontrará en mayores escenarios de indefensión frente a la confrontación armada.

Un departamento con 150 mil desplazados, 400 víctimas por minas antipersonales, más de 20 desparecidos, más de 30 líderes sociales y políticos asesinados en los últimos cuatro años, 25 secuestrados en el año 2008, 18 ejecuciones extrajudiciales en el año 2008, con uno de los batallones en Colombia con mayores denuncias de violaciones de derechos humanos como es el grupo cabal de Ipiales, con niveles de pobreza que alcanzan en algunos municipios de la Costa Pacífica el 80%, con un índice de 59 homicidios por 100 mil habitantes, duplicando el promedio nacional que se encuentra en 32 por 100 mil.

El departamento cuenta con vastos territorios dominados por los paramilitares, con una alta presencia de guerrillas de las FARC-EP Y ELN, además de 39 mil refugiados colombianos en el Ecuador, 4.000 mil desplazados internos ecuatorianos por efectos de la guerra en Colombia, necesita de una respuesta humana, centrada en la inversión social en educación, salud e infraestructura, pero ante todo necesita que se garanticen y respeten los derechos humanos, se aplique el derecho Internacional Humanitario, se concrete el intercambio humanitario y se logre de una vez por todas llegar a una paz por medio de un diálogo político.

Convocamos al pueblo nariñense a movilizarse en oposición a los planes militaristas del presidente Uribe, a fortalecer la unidad popular para lograr la paz, a organizarse para construir la revolución que dignifique nuestras vidas y nuestros sueños.

Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo Awá y condenamos la masacre de varios indígenas pertenecientes a la Organización Indígena UNIPA, igualmente con la familia Melo Calderón por el asesinato del Dr. Heriberto.

Exigimos que las partes se sienten a acordar ya un intercambio humanitario para que todos los retenidos por efectos del conflicto armado interno recobren la libertad.

Desde el sur de nuestros anhelos.

Partido Comunista Colombiano - Dirección Regional Nariño

ANNCOL, 14 – 02 – 09

La Quinta Pata

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