domingo, 8 de febrero de 2009

Sebastiao Salgado y una nueva mirada sobre el compromiso social

El fotógrafo Sebastiao Salgado, de 65 años, está inmerso en "Génesis", un trabajo de perfil optimista en el que da una vuelta de tuerca al tratamiento de la denuncia social, con fotos de ecosistemas que se conservan por no haber sido devastados por el hombre.

El proyecto "Génesis" significa un importante giro en los trabajos de este controversial fotógrafo, considerado el máximo exponente de la fotografía testimonial del 90 y cuestionado por algunos intelectuales por crear una estética bella de la miseria.

"Al inicio pensé fotografiar las fábricas que contaminan y los depósitos de basura. Pero, al final, decidí que la única forma de dar un estímulo, de traer esperanza, es exhibir las imágenes del planeta original, para que se vea la inocencia. Entonces podremos entender qué debemos preservar", dijo Salgado a la prensa.

Algunas fotografías de "Génesis" ya fueron divulgadas en exposiciones y en la página del diario británico "The Guardian", donde se ven fotos blanco y negro de ballenas de la Patagonia, la isla Galápagos y la Antártida.

El brasileño dejó así de apuntar directamente con su lente a las carencias humanas – que muestra en trabajos como "Éxodos" con cuidadas y crudas imágenes de refugiados de guerra – y comenzó un nuevo tratamiento de la empresa que mantiene hace tres décadas, denunciar los maltratos sociales y ambientales.

"Espero que la persona que entre a una de mis exposiciones no sea la misma al salir", dijo Salgado al definir el objetivo de su trabajo, que lo llevó a más de 120 países y le valió colaborar con la prestigiosa agencia francesa de noticias Magnum.

A diferencia de sus detractores – entre los que cuenta el escritor Ivan Lessa – intelectuales como el uruguayo Eduardo Galeano y el inglés David Campbell reconocen el valor de esas fotografías, que tienden un puente entre el arte y el compromiso comunitario al hacer visible la realidad de millones de marginados como hecho artístico.
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Según Galeano, Salgado le permite al mundo ver "la gran odisea de nuestro tiempo, ese viaje con más náufragos que navegantes"; en tanto que para Campbell, experto en la representación visual de catástrofes, "la belleza estética de esas fotos no atenúa su fuerza política".

Entre sus ensayos fotográficos se encuentra "Trabajadores", el premiado libro que le insumió siete años de documentación, del 86 al 93, donde retrata las dura cotidianeidad de trabajadores manuales de todo el mundo.

A esto siguieron nuevos estudios sobre el drama de los desplazados por el hambre y la guerra, y la explotación de los mineros del oro en la amazonia brasileña, que le significaron una serie de premios, entre otros, Príncipe de Asturias, Eugene Smith de Fotografía Humanitaria y World Press Photo.

Muchos de sus trabajos fueron utilizados para la recaudación de fondos del Alto Comisionado de la ONU para Refugiados (ACNUR), la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y la Organización Mundial de Salud (OMS).

Salgado nació el 8 de febrero del 44 en Minas Gerais y al cumplir 25, cinco años después del advenimiento de la dictadura militar en su país, se instaló en Francia, donde vive actualmente.

Licenciado en Economía por la Universidad de San Pablo, comenzó a trabajar como fotógrafo free-lance a los 29 años cuando abandonó su trabajo en la Organización Internacional del Café (OIC), impresionado los efectos devastadores de las sequías en el norte de África.

De su vasta producción se destaca un monográfico realizado entre el 77 y el 84 sobre la resistencia cultural de descendientes de los indios de América Latina; otro sobre el hambre y la sequía en el Sahel africano que terminó en 1985; y otro sobre el trato infrahumano hacia las mujeres en Afganistán

Télam, 08 – 02 – 09

La Quinta Pata

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