Bernardo Kliksberg
*En el siglo de la tecnología, 2600 millones de personas carecen de una instalación sanitaria. El no tener un baño, incide fuertemente entre otros males, en la segunda causa de muertes de niños, la diarrea infantil. Cada 20 segundos muere un niño por la falta de dichas instalaciones. En América Latina, el 20% de la población carece de ellas.
10 millones de niños mueren anualmente por causas remediables.
El 29% por neumonía, el 18% por enfermedades diarreicas, el 8% por malaria. Los antibióticos para actuar contra la neumonía, salen 0.35 centavos de dólar, una red mosquitero que reduce fuertemente la malaria, 5 dólares.
2.500 millones de personas viven en el mundo en pobreza ganando menos de 2 dólares diarios. Más de 900 millones sufren hambre. En América Latina más de una de cada 3 personas, es pobre.
¿Estas realidades son inamovibles? ¿No hay manera de cambiarlas?
Hay países donde estas realidades no existen. Noruega y Suecia tienen la más baja mortalidad infantil del planeta. Allí cada niño recibe al nacer todas las vacunas necesarias. Hacerlo cuesta sólo 20 dólares.
Para enfrentar estos dramas se requiere sobre todo tener las prioridades muy claras. La gente debe ser lo primero en las políticas públicas. Las empresas privadas deben aumentar sus niveles de compromiso comunitario.
Bill Gates señala en el informe 2009 de su Fundación, que a pesar de que la malaria mata un millón de niños por año, los grandes laboratorios invierten más en la investigación de la calvicie, que en la de la malaria, porque la última no tiene mercado. También que ante la crisis actual se necesita que los países ricos cumplan sus promesas de más aportes contra la pobreza.
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