jueves, 5 de marzo de 2009

Está dura la calle: toque de queda impuesto por chorros

Alberto Atienza

Carta a una funcionaria:

Mendoza, Marzo 5 de 2008
Licenciada LILIANA VIDELA
Ministerio de Salud – Mendoza

De acuerdo a lo conversado me dirijo a usted a fin de brindarle más detalles de lo ocurrido en torno al problema de salud que afectó al ciudadano Eduardo Roberto Rodríguez (Robin Steigman, su seudónimo literario) y la falta de atención de la que resultó víctima por parte del SEC.

Esta persona es un desposeído de modo casi absoluto. No tiene familia. Sin trabajo. Acaba de cumplir 65 años pero carece de DNI y no cuenta con los recursos como para iniciar los trámites jubilatorios que le brindarían cierto desahogo económico. Vive magramente de lo que recauda con la venta de unas tarjetitas que él confecciona, tarea que lleva a cabo principalmente en la Peatonal Sarmiento. Hombre de gran cultura, es escritor de cuentos. Domina, además del español, el francés y el alemán. Especialista en la narrativa y poesía de Jorge Luís Borges. Un grupo reducido de amigos, no muy pudientes, lo asiste con ropa y algunos medicamentos.

De precaria salud, en especial por la carencia de una alimentación adecuada, completó exitosamente una terapia para eliminar la adicción al alcohol. Una desgracia que le aconteció lo precipitó, después de muchos años de no beber, de nuevo al vicio. Fue asaltado en las inmediaciones de la pensión donde reside, San Martín 3346, lo lesionaron seriamente. Esto ocurrió hace unas cuatro semanas. Le costó reponerse. Hace tres días se cayó en la puerta de su domicilio y se fracturó la cadera, quedando inmovilizado de modo total.

Y a partir de ese momento se inicia la cadena de irregularidades del SEC que hasta podría considerarse como una figura penal: abandono de persona.

El lunes 2, fijo a su cama, llama al 911 y logra contactarse con un operador del SEC le explica su situación, aun desconocía lo de su fractura, para él era un golpe, nada más y no le mandan una ambulancia. Le dicen que tiene que llegar a un hospital llevado por alguien. Insiste y recibe respuestas análogas. Un amigo suyo, Antonio Contreras, músico profesional, habló al SEC y recibió contestaciones similares.
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En lo que a mí respecta inicié una serie de llamadas, la mayoría frustradas, a partir de las 21.30 del mismo lunes por la casi inútil vía del 911. Mis comunicaciones, por celular y desde una cabina eran respondidas por una operadora del 911 y derivadas a un segmento musical de temas barrocos por minutos y luego se desconectaba la señal.

En una sola ocasión logré dialogar con alguien que dijo llamarse “doctor Müller” quien argumentó que se debía instrumentar el viaje del paciente hacia un nosocomio, vía particular, ya que las ambulancias no efectuaban coberturas de traslados a partir de las 21, por razones de la inseguridad reinante. Le pedí que derivara el pedido de asistencia para el turno de la mañana y me dijo que eso no se podía hacer.

Con la frustración de todo un lunes perdido en vanas llamadas hasta la única respuesta negativa, el martes 3 en la mañana me comuniqué con la producción de Radio Nihuil en la que trabajé como periodista a lo largo de 15 años. Solicité efectuaran un nexo con el Ministerio para obviar los impedimentos con los que me había encontrado. Resultó efectivo el trámite y alrededor de las 11.30 llegó una ambulancia y trasladó a Rodríguez hasta el hospital Lagomaggiore. El diagnóstico inicial del profesional a cargo del móvil fue “traumatismo de cadera” lo que luego se corroboró en la guardia médica.

El interrogante que queda en pié es ¿Qué hubiera pasado de no mediar la intervención de un medio de prensa? Y otras preguntas que obviamente requieren respuestas: ¿para qué lanzaron con una enorme campaña de publicidad un sistema como el 911 si en la práctica no funciona? ¿no chequearon antes su efectividad? ¿o las fallas provienen de personal escasamente instruido?

Y quedan más dudas: ¿cómo es posible que un médico o posible médico, no me consta, pueda efectuar un diagnóstico por teléfono sólo con los datos que aporte un testigo lego en temas de salud? Basado en ese “tele diagnóstico” algo similar a una videncia gitana, se determinó que el caso de Rodríguez no revestía gravedad. El paciente era, en esos momentos, presa de grandes dolores, presentaba un cuadro de angustia, temblores indominables y falta de control de esfínteres. Si fue necesaria una radiografía para comprobar la fractura de cadera, algo que sólo se puede efectuar en un centro de salud de cierta complejidad ¿cómo alguien a la distancia, alguien a quien se le paga un sueldo para asistir a la gente, sostiene que el caso no es grave?

Una sugerencia, dictada por el sentido común. Que las ambulancias no salgan a buscar enfermos o accidentados después de las 21 es como admitir que la delincuencia ganó las calles e impuso un propio toque de queda. Y algo de eso hay. Cuando me fui a mi casa, luego de que se calmaron un tanto los dolores de Rodríguez con un analgésico comprado en un quiosco, cerca de las dos de la madrugada, en mi viaje en bicicleta hasta el Parque Central, no advertí el paso de un solo móvil policial. Tuve suerte de no toparme con un par de ladrones drogados y asesinos. Las ambulancias deben salir, si es necesario, protegidas por un patrullero. La impresión que recibí y no es la primera ya que cada tanto me arriesgo a circular de noche por la ciudad, es que los policías duermen mientras los ladrones andan despiertos. A lo que le sumo ahora los felices sueños de los choferes de ambulancia y médicos del SEC.

Señora licenciada Liliana Videla, por último, agradezco en nombre mío y en el de la comunidad su presencia en el lugar. Fue reconfortante después de tantos problemas, de tanta inacción oficial. Le solicito, de ser factible, si se puede iniciar por medio de algún departamento de asistencia social, los trámites para documentar a Rodríguez y que se le inicie el expediente para que obtenga la jubilación mínima. Y lo otro, al cortársele la vía de ingresos, tiene para más de tres o cuatro meses de recuperación, quedaría sin lugar donde vivir. Si por su intermedio es posible resolver estos puntos, su gestión y la del Ministerio que integra, se transformarían en algo muy positivo. Le saluda atentamente

Alberto Atienza

-155088765 - atienza06@gmail.com

La Quinta Pata

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