miércoles, 11 de marzo de 2009

Seguramente en otoño

Miguel Longarini

Hoy, las cadenas de mails invitando a marchas de "seguridad" con simulacros de fusilamientos con velas para "pedir y purificar..." la vida de tanto negro malo, que no respeta al blanco bueno y bien vestido, sea más digna e igualitaria, me hizo escribir un poema de los que denomino "urgente"* y pongo a consideración de ustedes.

Es inseguro el mundo de los vivos
cuando los muertos llaman a su puerta.
Es seguro el camino de los muertos
que olvidaron la vida en cada oferta.

¿Quién va a "asegurarnos" que estaremos seguros entre in-seguros,
que ya no peligra nuestra integridad, ni nuestra propiedad?
¿Qué haremos luego sin la in-seguridad?
¿Podremos acostumbrarnos?

¿No será que tendrá que venir la mano dura?

Dicen: los señores y señoras que ven a Susana,
cantan con Cacho y se acuestan con Moria...
Dijo: mano plomo gris o grisplomo que nos cuida,
que aleja a los mano-blanda, a los mano-mala;
a los que hacen que la mano NO venga bien...

¡Hay que marchar pidiendo más mano en el asunto!
para eso alguna vez fuimos: Derechos; Derechos y Humanos...

Asusta e ilustra tanta memoria vendida,
alquilada y COMPRADA.

Digo: Yo no entro en esta de golpear;
en eso de jugar con fuego para quemarse.
Dije no, un NO de pecho; un NO compañero,
porque mi mamá me alertó, cuando niño
que en ese - juego-fuego-
¡Se pueden avivar fantasmas!
De muy malas palabras,
como los que aparecen...
Segura-mente
en mi Argentina
de cada otoño,
todos los 24 de marzo.


* Poema urgente es lo que nace ante una acción que puede ser buena o mala. Es antes que nada ¡Urgente! y sin duda, una reacción a la acción que mueve con demasiada ansiedad, eso que el poeta lleva muy en lo profundo y lo convierte en revolución constante.
Cada poema urgente lleva una carga sagrada que puede, de acertar en el blanco, poner la vida entre manos.

La Quinta Pata

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