martes, 10 de marzo de 2009

Vendimia ¿fiesta para quiénes?

Vendimia ¿fiesta para quiénes?

Roberto Vélez

Los discursos oficiales, en el almuerzo que disfrutan algunos vivos con fuerza, pusieron de manifiesto cifras récord en las exportaciones vitivinícolas. Particularmente las del 2008.

Sin embargo, estas manifestaciones de crecimiento económico de la agro-industria, ni en las mejores ni en las peores épocas, son sinónimo de inclusión social. Ni cuando los bodegueros especuladores llenaban de agua las piletas, ni cuando tiraban el vino a las acequias.

Siempre la misma historia.

Cosechadores peleando por un precio justo para el tacho, obreros y empleados vitivinícolas por salarios dignos, pequeños y medianos productores por un valor redituable para la uva y el vino.

Es estos últimos años, menemismo, equipo de los mendocinos y desaparición de GIOL estatal mediante, el sector se concentró aún más (y se extranjerizó).

Cuatro firmas controlan el 60% del mercado de vino de traslado y dos grupos fraccionadores el 70% del mosto.

Mal podrían sentirse de fiesta la mayor parte de los propietarios de entre 0 y 25 hectáreas, titulares de 17.500 viñedos representativos de 91.000 hectáreas cultivadas sobre un total de 150.000. Los que por cada una pierden $3.000 anuales. La rentabilidad de las explotaciones aparece a partir de las 8 hectáreas para las uvas comunes y de las 10 para las finas. Los nuevos anuncios solo reducirán esas pérdidas.

El "derrame" es un viejo cuento que se sigue implementando desde el oficialismo K en la Mendoza de Jaque, en nombre de lo nacional y popular. Aunque también lo fue durante la administración Cobos.

Como ha afirmado el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, la política de Jaque "no formará precios y no ha logrado ni logrará el resultado de competir en el mercado a fin de atenuar la cada vez más aguda concentración del sector". "Y solo ha servido para financiar aun mas su concentración".

Como se ha dicho hartamente, esta historia de la libertad de mercado con grupos concentrados es como creer que la de un zorro dentro de un gallinero beneficia a las gallinas. Cuestión elemental que por razones obvias nuestros gobernantes no entienden. Aunque anuncien que los 50 millones de pesos del BID son para que los pequeños productores integren la cadena de valor del producto.

Hubiera sido importante que junto a la disminución del 50% de las retenciones para el vino y el mosto, la Presidente hubiera cumplido con la promesa de su marido formalmente difundida en Mendoza en el 2002 y hubiera anunciado "la incorporación a la masa coparticipable de las retenciones a las exportaciones".

Redacción La Quinta Pata, 09 – 03 – 09

La Quinta Pata

1 comentario :

Claudio Fernández dijo...

Les envío esto sobre la cosecha, espero les guste.


Titulo: ¿Qué tiene de lindo la vendimia?


Al poco rato de empezar ya el mosto te chorrea por todo el cuerpo, las avispas esas negritas te están picando la cara; en la mañana de mediados de marzo te recantás de frío y si hay muchos yuyos el rocío te empapa las patas, pero apenas pica el sol, te morís de calor y se te empieza a tatuar la piel con una mezcla de sudor, tierra y mosto. Si la uva es tinta se te manchan las manos de un color mugre que no sale con el jabón común; los camellones son justamente eso: surcos con jorobas que te joroban el tránsito. Hermoso. No; nunca me gustó ir a cosechar. Encima de todo tenés que cargarte veinte kilos arriba del hombro y caminar por la tierra arada rumbo al callejón, allí te espera el camión y el banco, que es como una escalera doble con un entrepiso, tener que subirlo cargado y depositarlo en la caja del camión, que ha sido revestida para la ocasión con una carpa “los corredores” que la impermeabiliza. A esto último siempre me negué con repugnante obstinación, demasiada fuerza gastada por tan poco premio. Ni te digo si llueve con garúa suficientemente molesta, pero insuficiente para suspender la tarea. ¿Qué tienen de lindo las cosechas? No sé, si sos pendejón por ahí te divertís tirando cascotes a tus vecinos o besos a alguna púber que te guste. A veces hacen asados al final de la cosecha, con esa excusa te engrupen para que te apurés a terminar, pero lo único que vos querés es estar en tu casa tomandote una chocolatada y mirando “el chavo”. Después de todo sos un niño o un pendejón o una púber, ¿qué tenés que hacer allí muriéndote de frío y con mugre? Pero así son las cosechas. No, la Vendimia es otra cosa, la vendimia es fiesta y glamour, la vendimia son chicas tontas arriba de un carromato disfrazadas de cenicienta, la vendimia son viejos ricachones almorzando con el arzobispo y el gobernador, la vendimia son muchas luces y fuegos de artificio, son actores con chupallas y calzas verde fluor bailoteando con un tacho de cartón al hombro al son de la “tonada nueva”, la vendimia son porteños y cordobeses preguntando dónde queda la cancha de Antonio Tormo, o si el Aconcagua es ese cerro blanco que se ve ahí. No, ni que se diga, la vendimia en Mendoza no es la cosecha de la uva, la vendimia en Mendoza es otra cosa.

Publicado en "desvío cósmico nº4" fanzine-quincenl-interactivo.
www.desviocosmico.ar.tc

Publicar un comentario