Matías Soria
El plan sistemático de desaparición de personas ejecutado por la dictadura militar no interrumpió su maquinaria represiva durante la competencia del Mundial de Argentina, en 1978. Y en nuestra provincia se produjo la última "gran caída", con la detención y posterior desaparición de 18 jóvenes durante el transcurso de ese año.
El 6 de marzo de 1978, el G78 (Grupo de tareas de aniquilación subversiva para el Mundial '78), secuestró a Carlos Zapata. En abril, las detenciones continuaron con Oscar Castillo (el día 7), Víctor Miguel Vargas (el 16) y Jaime Riquelme Gangas (el 23), de ciudadanía chilena. Y en mayo se produjo la detención de Margarita Dolz, Raúl Gómez Mazzola y Aldo Enrique Patroni (los tres el día 17), Gustavo y Mario Camín (el 23), Daniel Romero (el 24), Isabel Membrive (el 24), Víctor y Antonio Herrera (el 25), Julio Ramos y Juan José Galamba (el 26), y Juan Carlos Romero y Alberto Sosa (el 28 de mayo).
En tanto, el 25 de setiembre cayó Ernesto Bissone, a quien se lo vio por última vez en Guaymallén.
Mientras, el título mundial alcanzado por el seleccionado de Menotti encendió la alegría y la exaltación de un país futbolero, todo un hito consagratorio que quedará para siempre en la historia del fútbol argentino. Sin embargo, la evocación de tamaña proeza deportiva hay que hacerla sin olvidar el terrible contexto de dictadura y crímenes en el que se consiguió. Basta mencionar que en pleno Mundial, a diez cuadras de la cancha de River donde festejaban los hinchas, funcionaba la ESMA, el mayor centro de torturas de la Junta Militar. "Adentro se ganaba un Mundial. Afuera se perdía un país". La frase, que fue escrita en un playón del Monumental, tiene el poder de síntesis para describir las sensaciones contradictorias que se vivieron durante la disputa del Mundial '78.
Centros clandestinos en MendozaAsí como ocurrió en Buenos Aires, donde a pocas cuadras del estadio Monumental funcionaba la ESMA (campo de concentración en el que se torturaba y se mataba gente), en Mendoza también sucedió algo similar, con la existencia de varios centros clandestinos de detención de personas.
No muy lejos del estadio Malvinas Argentinas, en el que se vivió la fiesta del Mundial '78, el CAM (Comando Anticomunista Mendoza), detenía personas en centros clandestinos como la Penitenciaría provincial, en el Círculo de Suboficiales, en la Colonia Papagayos, en el Departamento logístico de la Policía de Mendoza (detrás del Hospital Militar), en la VIII Brigada de Infantería de Montaña de Ciudad y en el Liceo Militar Espejo.
El aparato represivo también se perpetró en el complejo Las Lajas, que pertenecía a la IV Brigada Aérea, en la Comisaría Séptima de Godoy Cruz y en el Palacio Policial (D2), en Ciudad.
La Quinta Pata, 15 – 04 – 09
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