Oscar Trapé
Unos 300 teatreros locales autoconvocados se reunieron para pedir por la reapertura de las salas provinciales en la puerta del edificio de la secretaría. Allí, Guillermo Troncoso interpretó una obra y se entregó un petitorio.
Ayer, cerca del mediodía, unos 300 teatreros mendocinos autoconvocados se concentraron en la puerta de la Secretaría de Cultura para reclamar por la reapertura de las salas provinciales, tres de las cuales cerraron sus puertas en marzo de 2007 (Lucero, Politti y Teatrino, ubicadas en el edificio de Turismo).
La manifestación arrancó con una interpretación leída de la obra Rojos globos rojos, a cargo del actor Guillermo Troncoso. Justamente esta pieza, escrita por Eduardo Tato Pavlovsky, trata la temática del cierre de espacios para la expresión artística.
Luego de la protesta en las escaleras del edificio de Cultura (España y Gutiérrez, Ciudad), los teatreros entregaron un petitorio dirigido a los funcionarios del área. Aparte de la reapertura de las salas locales, los artistas reclamaron por “una política cultural urgente”.
“Estamos reclamando una política cultural inmediata. Por eso pedimos que se abran nuevamente las salas oficiales. El hecho de no tener espacios adecuados para hacer funciones es algo muy negativo, porque directamente no podemos trabajar”, aseguró Troncoso, uno de los actores que llevaron adelante esta protesta. Mientras que Claudio Martínez agregó: “Esto no es nuevo ni es en contra de la administración actual, sino que les venimos reclamando lo mismo a los gobiernos anteriores. Ya es hora de que comiencen a llegar las respuestas, los actores no podemos esperar más porque vivimos de esta presión y al no tener espacio para nuestras actividades no podemos generar trabajo. Éste es un reclamo que no termina acá, va a seguir”.
La protesta también fue apoyada por la Asociación Argentina de Actores, cuyo delegado local, David Blanco, sostuvo: “Desde la asociación consideramos que es fundamental la reapertura de las salas Politti, Lucero, Ramponi y Teatrino. Aparte pedimos que se pongan en funcionamiento nuevamente el teatro Pulgarcito y el Gabriela Mistral”.
Blanco destacó: “Nosotros defendemos el derecho al trabajo de nuestros compañeros y eso a ellos se les está negando porque no tienen lugares para hacer funciones. Por eso espero que algún funcionario escuche estos reclamos que tienen un carácter urgente. Así, de esta manera no podemos competir con los espectáculos que vienen de afuera”.
También se sumaron a la movilización los músicos de Mendoza agrupados en el MIMM (Movimiento Independiente de Músicos Mendocinos), porque según ellos también comparten la misma problemática que los teatreros locales.
“Nosotros no tenemos lugares para hacer nuestros recitales y los alquileres de los pocos espacios que hay son muy altos. Al final el músico mendocino termina pagando para tocar”, manifestó Carlos Casciani, representante del MIMM.
Diario Uno, 13 – 06 – 09
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