Antonio Romeo
*“Ya corre el plazo de 10 días para presentar impugnaciones a López Puelles” dice el titular, entonces, prestos, ingenuos, crédulos, esperanzados, nos disponemos a plantear por escrito nuestras preguntas, propuestas y dudas sobre el proyecto que tiene en mente para desarrollar en educación el Sr. Contador López Puelles, propuesto por el Sr. Gobernador. Pero, ante nuestra sorpresa, en el lugar previsto para la Audiencia Pública, a la cual fuimos tan dignamente invitados, caben, aproximadamente, 7(siete) personas, o sea, que de pública no tiene nada. Otro punto importantísimo para destacar y “agradecer”, por la consideración en que nos tienen a los docentes, a los padres y a la comunidad educativa en general, es que la cita es a las 11 (once !!!!!!) de la mañana. Un horario “especial”, sobre todo para la gente que realmente trabaja. El turno mañana, en las escuelas, empieza a las 8 (ocho) y termina a las 12:15 (doce con quince). En cambio, los Sres. senadores, con mucha suerte, creo, empiezan a llegar a las 11 (once) cuando les toca “sesionar”, luego de pasar por varios cafecitos, perdón, de reunirse a tratar temas serios, con personas de altísimo rango, “operadores” que le dicen; nunca se les ocurriría “bajar” al pueblo, a la realidad. Por ejemplo, visitar una escuela, hablar con los alumnos, con los celadores, concurrir por propia decisión a un hospital, conversar con los enfermos, transitar por una cárcel, constatar cómo viven los presos, sentarse en un “Hogar de niños” y comprobar lo feo que es vivir sin una familia, o quizás, caminar por un barrio cualquiera en una fecha alejada de las previas a las elecciones y escuchar las demandas de la gente o quizás sus propuestas. ¿Tendrán miedo o no sabrán qué decir? ¿O ambas cosas?
Esta supuesta audiencia “pública” es una cachetada más a la dignidad de la gente, en especial, a los que vamos a depender precisamente del Director General de Escuelas, los docentes. Una falta más de respeto, un atropello que se suma a todos los que venimos recibiendo por el solo hecho de ejercer nuestra profesión, y también, por extensión, es una falta total de consideración a todos los ciudadanos, porque quien más, quien menos, tienen o han tenido hijos en la escuela, en los distintos niveles, han mandado a recibir educación a una escuela.
Esto, sin mencionar a los dirigentes gremiales que no nos defienden, no cuidan nuestros intereses, no hacen valer nuestros derechos. Pareciera ser que ya se han acomodado bien en sus sillones y lo único que hacen es cuidar sus sillones.
* DNI: 17.126.734
La Quinta Pata, 24 – 08 – 09
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